DECLARACIÓN DE LA INFANTA

Cristina: "No he ido a clases de salsa, pero sí de flamenco"

Aizoon pagó por un cursillo del baile latino, pero se desconoce quien lo disfrutó

M. G. / Palma / J. G. A. / Barcelona

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En los largos interrogatorios siempre se generan situaciones curiosas. Ha pasado esta mañana, cuando el juez José Castro ha preguntado a la infanta Cristina si recuerda haber ido a clases de salsa. Y es que en la documentación incluida en la causa hay una factura por este concepto y que fue pagada por la empresa Aizoon. La hija del Rey ha contestado: "Nunca he ido a clases de salsa, pero sí de flamenco". El juez, espontáneo, ha respondido: "Lo celebro".

Fuentes jurídicas han informado de que el magistrado se ha dirigido en todo momento a la infanta como señora, no haciendo ninguna distinción especial por ser la hija del Rey. "Se la ha tratado como a cualquier imputado", han insistido las mismas fuentes. Eso sí, en algunos momentos, sobre todo al principio de la declaración, los gritos de protesta procedentes de la calle han perturbado a la duquesa de Palma. "Se la ha notado afectada", han insistido.

Las seis largas jornadas de preparación con su equipo de abogados, capitaneados por Jesús Silva Miquel Roca, le han servido de mucho. La infanta se ha presentado ante el juez con la lección aprendida. Bien preparada. Se ha sentado delante de la mesa en una posición recta. Sin perder casi nunca esta compostura. En algunos momentos, ha tenido que recurrir a los botellines de agua para aliviar su sed. Antes de empezar el interrogatorio, se ha comprobado que las botellas estaban totalmente cerradas. La serenidad ha sido la constante, aunque cuando se le nombraba a su padre, el Rey, se apenaba.