EL DESAFÍO SOBERANISTA

El independentismo acomoda el referéndum al ritmo de Colau

XABIER BARRENA / FIDEL MASREAL / ROGER PASCUAL / BARCELONA

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No, el 'president' Puigdemont no ha abandonado el referéndum unilateral. El independentismo ha hecho un movimiento táctico de apoyo a la 'vía Ada Colau' en favor del referéndum pactado. Esta es la principal conclusión de la cumbre que este viernes ha concitado en el Parlament al independentismo político y social junto al espacio de los 'comuns'. De momento, Carles Puigdemont se dota de su propio Pacte Nacional pel Referéndum --con una campaña de adhesiones a la consulta también a nivel español e internacional-- para abrazar una gran mayoría transversal proreferéndum.

Una mayoría que, según ha afirmado el presidente de la Generalitat en una comparecencia sin preguntas y sin referencias a la unilateralidad, "nace con una gran transversalidad y pluralidad, pero con un común denominador, que es la voluntad de celebrar en Catalunya un referéndum, de hacerlo de forma acordada con el Estado y de buscar los apoyos que se puedan recoger fuera de Catalunya, en el Estado y el conjunto de Europa".

Pero cuando el Gobierno del PP previsiblemente diga de nuevo que no a tal propuesta, se tratará de que el independentimso exija a Colau y los suyos que remen a favor del referéndum unilateral, el que ha acordado con la CUP y las entidades soberanistas. Este emplazamiento lo han hecho, inmediatamente tras la cumbre, tanto la formación anticapitalista como, en una comparecencia no prevista, el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras: "Confiamos en que todos los demócratas nos apoyarán cuando alguien intente impedir el derecho a voto".

Exactamente el mismo mensaje que antes, durante y después de la reunión lanzaba la 'cupaire' Anna Gabriel hacia los 'comuns', satisfechos porque Puigdemont les había puesto una alfombra roja subrayando que la sesión no tenía como objetivo la independencia ni el proceso constituyente, sino un referéndum acordado. Mediante un espacio plural, y una comisión de seguimiento en la que existen numerosos perfiles progresistas (Joan Ignasi ElenaCarme PortaItziar González, los exdiputados de ICV Francesc Pané y Jaume Bosch... junto a la 'exconsellera' convergente Carme Laura Gil).

"El elemento central --subrayaba la alcaldesa tras el cónclave-- no es la independencia, es la democracia, lo ha dicho el 'president' y lo quiero poner en valor. Estamos por un referéndum acordado, con garantías, reconocido por la mayoría de la población catalana; lo que nos une es la defensa de la democracia".

COLAU MANTIENE LA AMBIGÜEDAD

Y es que dentro de la reunión, Colau ya se había hecho fuerte en sus posiciones: hacer un referéndum con garantías y no otro 9-N porque no sería un referéndum. Al mismo tiempo, reclamaba no fijar plazos cerrados y se jactaba de que en el resto de España existen espacios de apoyo a las tesis proreferendúm.

Colau, por tanto, no se ha mojado en la cuestión clave de qué pasará si va adelante la vía unilateral. Al respecto, mientras, Lluís Rabell --jefe parlamentario de Catalunya Sí que es Pot-- pedía no tomar "ni atajos" y buscar siempre el camino del pacto. Pero el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, no opinaba lo mismo días atrás en una entrevista, pese a que posteriormente matizó sus palabras afirmando que el 9-N sería "tan legítimo como vacío de efecto institucional".

En las posibles divergencias internas en los 'comuns' buceará el independentismo cuando quede finiquitada la vía abierta este viernes, la del referéndum pactado, en base a la resolución de Sí que es Pot pactada con Junts pel Sí en el debate de política general y que el Tribunal Constitucional (TC) no ha suspendido, a diferencia del texto atado entre el grupo del Govern y los 'cupaires'.

Todo en una cumbre que no llegó a grandes acuerdos (más allá de una recogida de firmas a través de un manifiesto que está por escribir) para mantener este espacio genérico, un cierto limbo que nadie sabe cuánto durará en el tiempo porque ni Junqueras ni la CUP, ni tampoco Puigdemont, se han descabalgado del pacto por la consulta como muy tarde en septiembre del 2017.

MÁS POLÍTICOS QUE ENTIDADES

Entre los presentes, pese a que se invitó a la llamada sociedad civil, eran mayoría los representantes políticos (43 sobre 83), dado que no se perdieron la cita un buen número de 'consellers', además de presidentes de diputaciones, expresidentes del Parlament y representantes políticos en la Cámara catalana, el Congreso, el Senado y el Europarlamento

La comisión coordinadora deberá ahora concretar qué campaña proreferéndum lleva a cabo. No se prevé llamar de nuevo a la puerta del Congreso, como se hizo con la propuesta de referéndum del 2014, ni se confía en exceso en que la iniciativa dé frutos más allá de mantener viva la tensión política y lograr otra cuestión clave: ampliar la base social del independentismo, que ha tomado aire con una mayoría social, la del 84%, que se desvanece cuando se pregunta a ciudadanos, entidades y partidos si el referéndum ha de hacerse sin apoyo del Estado.