DECLARACIÓN DEL EXSOCIO DEL DUQUE

«Iñaki no quería ser florero» www.

M. G. / PALMA
J. G. A. / BARCELONA

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Iñaki Urdangarin «no quería ser un florero y lo que pedía es poder tener un desarrollo profesional». Eso explicó el pasado 16 de febrero el exsocio del duque de Palma, Diego Torres, en la declaración prestada ante el juez de Palma José Castro, que investiga la presunta malversación de fondos públicos cometida a través del Instituto Nóos.

Torres explicó que cuando empezaron a aparecer en la prensa comentarios sobre la relación del yerno de Rey con Nóos, la Casa Real -a través del conde de Fontao, José Manuel Romero- aconsejó al duque que se dedicara a otras actividades. Pero «Iñaki se resistía», relató Torres, a pesar de que desde la Zarzuela se le transmitía «que no se preocupara, que ya se le conseguirían consejos de administración y que, por lo tanto, la parte económica la tendría resuelta». Pero Urdangarin, añadió su exsocio, «no quería ser un florero». En ese momento se empezó a diseñar la Fundación Cultura y Deporte de Integración Social (FCDIS), que sustituyó a Nóos y en la que el duque no aparecía en primera línea, pero sí en el consejo asesor.

En su extensa declaración, Torres explicó que los cinco miembros de la junta directiva del Instituto Nóos (él, su cuñado, Urdangarin, la infanta Cristina y el secretario personal de esta, Carlos García Revenga) «participaban en la toma de decisiones» y revisaban las cuentas. Subrayó que el duque no abandonó la entidad en marzo del 2006, como se simuló, sino que continuó vinculado a ella. «Seguía siendo quien tomaba la mayoría de decisiones, sí. El instituto es un proyecto de Urdangarin», detalló. Por eso, y a pesar de las recomendaciones, el duque siguió acudiendo a las oficinas de la entidad. La separación real se produjo en el 2008.

El emisario

En la FCDIS, según Torres, también mandaba Urdangarin, porque «es su proyecto», a pesar de que solo figuraba como presidente del consejo de deportistas. Eso lo sabían, según su versión, desde José Manuel Romero, el «emisario real», hasta «quien lo había enviado», así como la infanta Cristina.

Torres implicó al duque en la red en el extranjero que se creó para poder hacer «proyectos internacionales». El entramado societario se extiende por varios países, como Gran Bretaña y Luxemburgo. El exsocio destacó un correo electrónico en el que Urdangarin aludía a un «contacto que nos dio el jefe». «Por el jefe se refiere a su Majestad», aseveró Torres.