El choque dialéctico bloquea la negociación PSOE-Podemos

Iglesias advierte a Sánchez que abandone la "arrogancia" para hacer política y los socialistas le recuerdan que el tiempo se agota

Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados

Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Un día menos en el calendario hacia la investidura y cero avances entre PSOE y Podemos. Los líderes de ambos partidos dicen tener la mano tendida, pero los gestos simbólicos de frialdad mantienen congelada cualquier posibilidad de avance. Nadie cede. Pablo Iglesias sigue empeñado en reclamar a Pedro Sánchez una reunión bilateral y, ante la negativa, advierte: su disponibilidad es absoluta y está dispuesto a dejarse la piel para conseguir un gobierno del cambio, pero el candidato a presidente debería mostrar algo más de "cortesía" y "bajar el tono".

"La prepotencia y la arrogancia es una mala política cuando de lo que se trata es que nos pongamos de acuerdo", le reprochó este miércoles. Aunque dijo que se negaba a entrar en el juego de la descalificación, sus palabras cayeron como agua hirviendo sobre las espaldas de los socialistas, que no esconden ya el hartazgo por los comentarios de Iglesias, que consideran fuera de lugar en alguien que, en principio, deseara construir un gobierno de coalición.  

EL TIEMPO APREMIA

A las advertencias respondió de inmediato el portavoz del PSOE en el Senado. Óscar López cargó con dureza. "Pablo Iglesias y humildad son un oxímoron. Parece una broma de mal gusto", azuzó y remitió al líder de Podemos a la mesa negociadora. Insistió en que ese es el canal que se ha de emplear para avanzar en posibles acuerdos y le recordó que el tiempo transcurre y no los plazos no son infinitos. "Se acerca la investidura y todo el mundo va a tener que elegir", aseveró . 

Podemos se mantiene en el banquillo observando como avanza el diálogo entre el PSOE y Ciudadanos pero, a pesar de la presión, aseguran que no cederán. Defienden que los que tienen que elegir son los socialistas, y que si Sánchez no desiste y renuncia a Albert Rivera, no se sentarán a negociar. El mayor riesgo para el partido morado es aparecer como responsables de torpedear un posible gobierno del cambio, pero a pesar de ello, - y es significativo- mantienen el órdago.  "Resultaría decepcionante qye el PSOE prefiriera un acuerdo con Ciudadanos, y en última instancia con el PP, porque sino no le dan los votos", señaló Iglesias.

Para demostrar que su oferta al PSOE es firme, el partido rectificó este miércoles su documento con propuestas para formar gobierno, tras las críticas expresadas por los colectivos de jueces y fiscales que consideran que algunos apartados del texto vulneran la separación de poderes entre el poder ejecutivo y el legislativo.

EL JUEVES, IU Y EL VIERNES, COMPROMÍS

Otra fórmula que Podemos emplea para demostrar ante la opinión pública que sí desea el acuerdo con Sánchez es avanzar en otras conversaciones con partidos clave en la aritmética del pacto. Pablo Iglesias se reune este jueves por la mañana con el líder de IU Alberto Garzón para detallarle en persona el documento presentado y tratar de sumarle a un acuerdo.

El viernes, tiene previsto un encuentro con la número uno de Compromís, Mónica Oltra, quien reivindica en Madrid un acuerdo como el que tejió con el socialista Ximo Puig, que le cedió la vicepresidencia de la Generalitat Valenciana a cambio de su apoyo parlamentario.