EL MODELO TERRITORIAL

El Govern ultima un plan de ahorro para evitar que Hacienda le intervenga

Ocaña sitúa a Catalunya en la 'lista negra' junto con Murcia y Castilla-La Mancha por su elevado déficit

NEUS TOMÀS / ROSA MARÍA SÁNCHEZ

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La Generalitat está ultimando el plan de austeridad que presentará al Ministerio de Economía el próximo día 27 y que establecerá los criterios de ahorro imprescindibles para que el Gobierno central le autorice a seguir endeudándose.

El objetivo delconsellerde Economia, Andreu Mas-Colell, es que las medidas de contención permitan rebajar el déficit hasta el 1,3% del producto interior bruto (PIB), que fijó la Unión Europea, mediante el recorte del gasto, el acceso a más crédito y la financiación a través de las transferencias del Estado.

El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, dio a entender que el ministerio está dispuesto a limitar las nuevas emisiones de deuda pública a Catalunya tras conocer que la comunidad incumplió el objetivo de déficit público asignado para el 2010, y se disparó hasta los 7.000 millones de euros.

"Si se supera el objetivo, como parece que va a ser el caso, lo primero que tiene que hacer Catalunya es presentar un plan de reequilibrio que tendrá que ser aceptado por la Administración general del Estado, en el que habrá que fijar unos calendarios, unos escenarios de emisión de deuda que necesariamente tendrán que reconducir el gasto y el déficit", advirtió.

La respuesta del Ejecutivo catalán a Ocaña

En su última reunión de noviembre, el Consejo de Política Fiscal y Financiera ya limitó las emisiones de deuda de Murcia y Castilla-La Mancha por su abultado déficit. Catalunya es la tercera comunidad que se enfrenta ahora a esta tesitura. El Govern de CiU recuerda que el consejo dio por buenas las cuentas que presentó el tripartito.

El portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, insistió en que éste actuará con responsabilidad y que hará los deberes, pero, a la vez, subrayó que el Ejecutivo central es también el responsable del precario estado de las finanzas de la Generalitat. "Las palabras de Ocaña suenan a advertencia. No quiero pensar que sean una amenaza", apostilló.