El Govern teje una red de contactos en las altas instituciones financieras mundiales

“El mundo financiero ha visto y vivido tantas cosas que la independencia de catalana es el menor de los problemas a los que se puede enfrentar en un futuro”. Natàlia Mas, la directora de Anàlisi Ecònomica de la Generalitat tiene un hablar pausado y muy vocalizado. Sus 10 años en el Banco Central Europeo le permitieron tejer una red de contactos que ahora, desde la ‘conselleria’ de Economia pone al servicio del ‘procés’. “Estamos en contacto permanente con las grandes instituciones económicas y financieras, tanto catalanas como extranjeras”.

Mas, que trabaja a las órdenes de Pere Aragonès, habla en el mismo despacho de las oficinas del FC Barcelona en Nueva York en las que, poco antes, se ha entrevistado, junto a Oriol Junqueras con posibles inversores de los sectores tecnológicos y médico-farmaceúticos. Poco después, el vicepresidente se ha entrevistado con el responsable de relaciones institucionales de Airbnb, Chris Lehane. Junqueras se ha mostrado convencido de que se llegaría a un acuerdo con la empresa, siempre bajo la premisa de del “respeto a la legislación catalana”.

“La clave es el diálogo. Cualquier episodio de incertidumbre se puede reducir si hay comunicación”, apunta y reitera la intención de la Generalitat de acceder de nuevo a los mercados para financiarse, algo que no ocurre desde el 2012.

"Con esta red de personas en puestos clave hay un intercambio de información que dará frutos en cualquier situación, también, evidentemente si hay independencia”. En ese escenario, Mas apunta a un periodo transitorio de uno a tres años en que Catalunya accedería a financiación pagando un precio más caro, para, después, reducir los intereses. "Países ‘nuevos’ como Eslovenia y Eslovaquia gozan de mejores tasas que España”, explica.

“Un inversor lo que desea es que se les retorne el dinero y con un beneficio. La economía catalana, que crece al 3,5% anual, el doble que la media europea, y que es la tercera más abierta del continente ofrece esas garantías”, describe Mas. La urgencia con la que Catalunya accedería a los mercados en el periodo transitorio obliga al Govern a aceptar tratos menos ventajosos. “no faltarán inversores, con nuestra solvencia”, sostiene.

Según Mas, “el mundo financiero da por supuesto que Catalunya no saldría de la Unión Europea. El mensaje, toda vez que han comprobado que se huye de radicalismos es ‘haced, que nos adaptaremos’.

En el frente interno, sobre las corporaciones financieras catalanas, Mas apunta que han entendido que se hará lo que decida la gente y que, si llegara la secesión, habría una “reestructuración del mercado”, es decir, creación de filiales de los grandes bancos españoles en Catalunya y la entrada de nuevos operadores.

¿Y los grandes bancos catalanes?  “Catalunya supone el 20% del crédito y el 16% de los depósitos”. Es una buena porción de la tarta que nadie despreciará, concluye Mas.