NEGOCIACIÓN DE LOS PRESUPUESTOS DE LA GENERALITAT

El Govern y la CUP se encaminan hacia la batalla final de los presupuestos

Oriol Junqueras y Albert Botran

Oriol Junqueras y Albert Botran / periodico

XABI BARRENA / FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Como los tambores que marcaban el ritmo a los remeros en las galeras según se acercaba la gran batalla, la negociación presupuestaria entre el Govern y la CUP crece en intensidad. A escasas semanas de que se entregue al Parlament del lápiz de memoria con el detalle de las cuentas, los nervios de las partes implicadas (PDC, ERC y CUP) se desatan, entre otros motivos, por la imposibilidad de silenciar todo lo que se discute. “Todo está encima de la mesa”, apunta una fuente conocedora de las conversaciones, “también el IRPF, pero sí es verdad que ahora mismo no recibe el foco de las discusiones”. Es decir, la batalla del IRPF.

Según fuentes de las tres partes consultadas, los esfuerzos del Govern se encaminan ahora a buscar acuerdos sobre las llamadas “externalidades negativas”, que es como Iñigo Errejónpadre de lo del “núcleo irradiador” también denominaría a aquellas actividades productivas que ejercen un perjuicio económico a las arcas públicas. El ejemplo de manual sería la tasa sobre las bebidas azucaradas (adelantada por EL PERIÓDICO), por cuanto su consumo generalizado revierte en un aumento de la obesidad y la diabetes en la sociedad, con el gasto sanitario que ello ocasiona.

También ha trascendido una voluntad por gravar las grandes fortunas. Algo que las partes reconocen que se halla sobre la mesa, a propuesta de la CUP. Sin embargo, fuentes anticapitalistas afirman que cada vez que han sacado el asunto “CDC ha dicho que no”. Más allá de las dudas de cariz ideológico, este tipo de gravamen genera la dificultad de tener que ir de la mano con el impuesto de patrimonio si se quiere evitar que un ciudadano acabe pagando dos veces por el mismo bien.

EL TAMIZ DE LOS TÉCNICOS

Y es que esa es otra constante. Tras el pulso ideológico entre los tres partidos, llega el tamiz de los técnicos de la Conselleria d'Economia que evalúan la viabilidad o no de llevar a cabo la propuesta. En los próximos días, la CUP hará llegar una nueva propuesta sobre el impuesto de grandes fortunas, algo para lo que se inspiran en la gestión de EH Bildu en la Diputación Foral de Guipúzcoa.

Con todo, todos los caminos llevan al IRPF. A la discusión sobre su modificación, como mínimo. Tan cierto es que sobre la CUP pesa la presión de tener los presupuestos para hacer posible el referéndum, como que todos los actores, al menos los republicanos, son conscientes de que la asamblea anticapitalista puede abogar por el 'no' a menos que las cuentas contengan una señal clara, evidente, fácil de entender por la ciudadanía de que se quiere revertir la gran desigualdad entre clases acomodadas y populares. Un observador de la CUP asevera que el acuerdo será difícil "si no hay un avance en impuestos directos". Fuentes convergentes insisten en que esa carpeta está cerrada. Y fuentes republicanas replican al hermetismo dialéctico del que a veces hace gala Oriol Junqueras y afirman que en el punto medio entre dos extremos se halla “la virtud”. Y ellos se ven en ese punto medio. Ven con buenos ojos rebajar el IRPF a clases medias y opinan que solo subirlas a las rentas altas daría escasos beneficios.

El IRPF apunta a que será de nuevo la gran batalla. La batalla que puede decidir si hay o no elecciones. Y si este 'procés' acaba o no ahora.