LA ESTABILIDAD DEL EJECUTIVO CATALÁN

El Govern y la CUP encarrilan el acuerdo para los presupuestos

Neus Munté, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont

Neus Munté, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont / periodico

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Las negociaciones de los presupuestos de la Generalitat del 2017 progresan adecuadamente para los intereses del Govern, que esta vez sí parece que podrá salvar el 'match ball' con la CUP. El departamento de Economia y los anticapitalistas han acercado posiciones en los últimos días y, según ambas partes, las posibilidades de alcanzar un acuerdo son altas. Pero tanto unos como otros recalcan también que todavía no se puede hablar de fumata blanca porque aún hay que salvar escollos importantes. En cualquier caso, el Ejecutivo tiene ya perfiladas las medidas fiscales que incluirá en la ley de acompañamiento de las cuentas y la CUP está celebrando asambleas territoriales para debatir el proceso de negociación.

Según explican fuentes del Govern, la negociación ha entrado esta semana en una "nueva fase en la negociación" tras haberse incorporado al proyecto de presupuestos algunas medidas fiscales que van en la línea de lo que reclamaba la CUP. "La dinámica pinta bien, seguro que habrá acuerdo", dan por hecho las citadas fuentes, que no obstante dejan claro que aún no se puede hablar ni de principio de acuerdo porque "la negociación sigue viva". La 'consellera' Neus Munté, reiteraba el martes que la intención del Ejecutivo es presentar las cuentas y remitirlas al Parlament a finales de noviembre.

EL PARECER DE LAS BASES

En paralelo, fuentes de la CUP ratifican que no hay nada cerrado pero reconocen que sus asambleas territoriales abordan ya el estado de las conversaciones "el estado de las negociaciones", a fin de que, cuando haya que tomar la decisión final sobre las cuentas, las bases sepan ya cómo se ha desarrollado. Esas asambleas tendrán lugar a lo largo de esta semana y la dirección cupera ha convocado para este sábado a su máximo órgano, el consejo político, para evaluar la negociación.

Ninguna de las partes han querido concretar qué medidas se han incorporado a las cuentas, pero la fiscalidad ha sido desde el primer momento el principal punto de fricción. En este capítulo, los 'cupaires' exigen un aumento del IRPF a las rentas más altas, algo que la Generalitat rechaza y que ha verbalizado el propio 'president' Carles Puigdemont. De ahí que los negociadores estuviesen buscando fórmulas para gravar a las grandes fortunas sin reformar el impuesto sobre la renta. La CUP había remitido al Govern una propuesta en este sentido inspirada en la gestión de EH Bildu en la Diputación Foral de Guipúzcoa.

FÓRMULAS ALTERNATIVAS

La negociación también ha abordado formas de recaudación alternativas, como sería el caso de gravar actividades productivas que ejercen un perjuicio económico a las arcas públicas. En este apartado se encuadra el impuesto sobre las bebidas azucaradas (adelantado por EL PERIÓDICO), por cuanto su consumo generalizado revierte en un aumento de la obesidad y la diabetes en la sociedad, con el gasto sanitario que ello ocasiona.

Más allá de la fiscalidad, los 'cupaires' reclamaban que el referéndum anunciado por Puigdemont para el año que viene tuviese un colchón presupuestario en las cuentas, algo a lo que el Govern se mostraba proclive. Pero mientras la CUP pedía una doble partida, una de ellas oculta y no explícita para intentar esquivar vetos estatales a una consulta unilateral, el Ejecutivo siempre ha sido partidario de evitar la confrontación gratuita.