LA HOJA DE RUTA SOBERANISTA

El Govern apuesta por la participación ciudadana en el proceso constituyente

Gabriela Serra (CUP) y Lluís Llach (JxSí), en la comisión de estudio del proceso constituyente, el 18 de julio.

Gabriela Serra (CUP) y Lluís Llach (JxSí), en la comisión de estudio del proceso constituyente, el 18 de julio.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Comenzó a buen ritmo y ha acabado, de momento, congelado. Se trata del llamado proceso constituyente, es decir, la creación de las columnas vertebrales (la Constitución) del nuevo Estado catalán, según los independentistas. Entidades civiles como Reiniciacatalunya.cat han impulsado propuestas muy detalladas sobre cómo proceder mediante una participación muy decisiva de la sociedad civil al lado de los políticos.

Esta parecía ser una premisa básica de la hoja de ruta, el proceso constituyente. Y a tal efecto se creó una comisión parlamentaria en la que incluso Catalunya Sí que es Pot se arremangó en los trabajos, bajo la idea de que ellos apoyan la necesidad de repensar el país sin prejuzgar qué forma jurídica finalmente tendrá. La comisión finalizó con una serie de conclusiones y recomendaciones muy precisas y con un calendario concreto. Tan precisas que fueron anuladas por el Constitucional, que con motivo de ello ha encausado a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, por permitir que el pleno del Parlament votara tales conclusiones.

Tras esta polémica, nunca más se supo sobre el proceso constituyente. Y las entidades cívicas soberanistas que lo impulsan se quedaron desatendidas. No solo eso, sino que el proceso constituyente generó cierta polémica interna. Y la CUP también puso el grito al cielo porque esta pata de la hoja de ruta quedaba congelada. Para después del referéndum, argumenta Junts pel Sí.

En este contexto ha llamado la atención el cliclo que ha iniciado la secretaría de Transparència i Govern Obert, dependiente de la 'conselleria' de Exteriors de Raül Romeva. Un ciclo destinado a analizar procesos constituyentes de todo el mundo, en especial de América latina, Escocia e Irlanda, así como Islandia.

¿Significa eso que se reactiva el proceso constituyente? "Estamos organizando un ciclo de debates que se explica por sí mismo, intenta introducir el debate de la democracia deliberativa y cómo han actuado los países que quieren introducir una democracia de calidad", se limita a responder, prudente, el secretario de Transparència, Jordi Foz.

EL GRADO DE PARTICIPACIÓN

El ciclo cuenta con miradas de países que han cambiado su constitución o que han hecho textos constitucionales nuevos, o bien procesos de ruptura o de transición. Foz explica que existen situaciones distintas con pros y contras en cada caso. De todo ello tomará buena nota Jaume López, profesor de Ciencia Política de la UPF y uno de los impulsores de Reiniciacatlaunya.cat. La tarea de Reinicia está congelada, como el proceso mismo, pero al menos López tendrá ocasión de llevar a cabo las conclusiones de las diversas jornadas, que se cerrarán el 15 de junio junto al 'conseller' Romeva.

Lo que sí tiene claro el responsable de transparencia del Govern es que hay un común denominador en las experiencias de Islandia, Bolivia, Ecuador, Escocia o Chile: "Cuando los países y las regiones se repiensan y hacen nuevas leyes o nuevas constituciones, dan un peso importante a la participación ciudadana, esto pasa en todas partes, en eso sí hay coincidencia, luego el enfoque concreto es diferente en relación a si la participación es más o menos vinculante, presencial o electrónica...". 

Jordi Foz también apuesta por mejorar esta participación ciudadana en el caso catalán: "Lo importante es que haya canales para que la gente pueda participar y se sienta interpelada; Catalunya es una sociedad que tiene la vocación de participar, trabajamos para que cada vez haya más transparencia y canales de participación".

Así pues, a falta de que comience de forma efectiva -como reclama la CUP y las entidades cívicas vinculadas a ello- el llamado proceso que ha de llevar a una nueva estructura política de Catalunya, el Govern sí hace los deberes de conocer con más detalle las experiencias de otros países. Y en el caso catalán, como tantas otras cuestiones, esta también parece que va a quedar, como mínimo, para después del referéndum que, sí o sí, el Govern dice que va a celebrar antes de que acabe septiembre.