Conflicto entre administraciones

El Govern acelera hacia la consulta...

Artur Mas, ayer, entrando en la reunión del Govern en la Generalitat.

Artur Mas, ayer, entrando en la reunión del Govern en la Generalitat.

FIDEL MASREAL / XABIER BARRENA / Barcelona

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Doscientos días de vértigo. Esto es lo que le espera a la política catalana a la vista de que el Govern ha decidido pisar el acelerador hacia la consulta del 9 de noviembre, abriendo todos los frentes y poniendo en marcha vías legales que, según advirtió ayer el president Mas, serán difícilmente impugnables por el Estado. Eso sí, los socios de CiU siguen a la espera de concreciones y lo que sí es cada día más tangible es que la vía del diálogo es desechada con displicencia en el Palau de la Generalitat. «Confío poco en la tercera vía», zanjó el president ayer en una entrevista a ElPuntAvui TV.

La puesta en marcha de la web www.cataloniavotes.eu muestra que el frente de la llamada internacionalización del conflicto www.cataloniavotes.eu está activado al 100%. Como recomendó el Consell Assessor per la Transició Nacional, hace falta desplegar «un plan ejecutivo para rebatir posiciones negativas y, si es factible, crear amigos o aliados». Crear amigos, el concepto usado por Mas en el reciente mitin de presentación de candidatos de CiU cara a las europeas.

Maduración del proceso

La web recoge los principales argumentos favorables al derecho a decidir y hace partícipe de esta difusión a los actores políticos y sociales favorables a la consulta. Entre ellos, dirigentes de ERC, ICV-EUiA y la CUP, y los líderes sindicales de UGT y CCOO. También, por supuesto, las presidentas de la Assemblea Nacional Catalana, y Òmnium Cultural, Carme Forcadell y Muriel Casals, respectivamente. El president Mas interviene también, en inglés, reivindicando el derecho a voto entre otras razones porque «Catalunya es una nación» y «una gran mayoría quiere votar». Y añade que el 70% de los catalanes no han nacido en Catalunya.

En el flanco interno, no menos importante, la gestión logística de la consulta avanza tan firme como discretamente. Sin ganas de mostrar las cartas, el conseller de Presidència, Francesc Homs, sostuvo ayer que el engranaje del 9-N «tiene un nivel de maduración muy alto». Quedan pocos meses y habrá que definir cuestiones logísticas y políticas.

Fuentes de ERC e ICV consultadas al respecto aseguraron que de momento todo se cuece unilateralmente en el Palau de la Generalitat, que asegura a sus socios de consulta que la concreción logística del operativo avanza adecuadamente. Tras las elecciones europeas, republicanos y ecosocialistas confían en obtener más detalles, dado que ellos también avalaron fecha y preguntas del referendo, junto a la CUP.

Pero el Govern dice tener un plan definido y pensado. Hasta el punto que ayer Mas se permitió desafiar al Estado. «No le pondré fácil al Estado que se la pueda cargar», dijo sobre la manera en que convocará la consulta.  E insistió:  «Le costará mucho no solo recurrir [la consulta] sino podérsela cargar».

Polémica con la inmigración

Mas no concretó cómo piensa blindar la convocatoria. Y es que todo se lleva a cabo con reservas bajo el argumento de no dar pistas al adversario. Por ejemplo, ayer el Govern aseguró que la llamada «transición nacional» también será explicada a los inmigrantes en el contexto del plan de ciudadanía que ayer presentó la Generalitat. Pero a la hora de responder a la pregunta de si los inmigrantes podrán votar en noviembre, ni la titular de Bienestar, Neus Munté, ni el conseller Francesc Homs, despejaron la incógnita. Pero sí dejaron claro que también este colectivo será llamado a participar en el proceso soberanista.

EL PSC y Ciutadans criticaron ayer el plan del Govern sobre inmigración. Para el portavoz socialista, Maurici Lucena, es contradictorio afirmar que la consulta es «una oportunidad para reforzar la cohesión social» porque, a juicio de Lucena, la consulta es un instrumento que generará división. Carina Mejías, de Ciutadans, acusó al Govern de querer «adoctrinar a los inmigrantes».

Mientras, todas las vías de diálogo siguen en el congelador. No hay previsto encuentro alguno ni hoy con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ni mañana, cuando Mas y Mariano Rajoy participarán en un foro empresarial que se celebra en Barcelona.

Una vez más, Mas y también Homs, ironizaron sobre opciones intermedias, como la reforma constitucional que propone el PSOE. «Es curioso que digan que la explicarán después de las elecciones europeas, no sea que se le escape algún voto», respondió el portavoz. Mas calificó de «maniobras de distracción» las hipótesis sobre una solución similar a la vía soberanista del PNV.

Homs usó la sorna contra el PP catalán, que ha denunciado reiteradamente que el pilotaje del Govern por parte de Mas está condicionado por los planes de la ANC. La sorna habitual respecto al que no hace tanto era el sostén de CiU.