El Gobierno y el TC responderán con rapidez a la convocatoria

El Tribunal Constitucional se reunirá el día siguiente a que se registre el recurso del Ejecutivo

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID / PILAR SANTOS / PEKIN

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Lo primero que quiso lanzar el Gobierno central al confirmarse que será mañana cuando vea la luz el decreto de convocatoria de la consulta fue una advertencia. «El señor Artur Mas no debería firmar ese decreto», subrayó la vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, desde el Congreso. A continuación, certificó que si Mas rubrica finalmente el documento, «el Gobierno actuará con agilidad y celeridad». «En cuanto se publique el decreto, la maquinaria del Estado se pondrá en marcha en defensa de los españoles y de las reglas del juego», enfatizó Santamaría.

A efectos prácticos, eso ha de traducirse en que el Consejo de Ministros puede reunirse de forma extraordinaria el mismo sábado o el domingo, a fin de aprobar cuanto antes el o los recursos que se presentarán ante el Tribunal Constitucional (TC) con intención de que se decrete la suspensión de la ley de consultas y de la convocatoria del 9-N con efecto retroactivo. El Gobierno podrá registrar en el alto tribunal dichos recursos a partir del lunes a las nueve y media de la mañana. Por su parte, el presidente del TC prevé convocar el pleno en el que se estudiará si procede la suspensión de la ley de consultas y la convocatoria del referéndum 24 horas después de que se produzca ese registro, según informan fuentes jurídicas.

El Consejo de Ministros extraordinario en el que el Gobierno dará los primeros pasos para frenar la consulta podría ser presidido por Mariano Rajoy o por su vicepresidenta, en caso de que se convocara la reunión antes de que el jefe del Ejecutivo hubiera regresado de su viaje a China, aunque esta última opción es la menos probable.

REGRESO DE PEKÍN / Fuentes de la Moncloa subrayaron ayer que Rajoy tiene previsto ir a visitar la Muralla china mañana por la mañana. Si cogiera el avión inmediatamente después de la visita, que tiene carácter privado, podría llegar a Madrid el sábado a media tarde. La diferencia horaria -en Pekín hay seis horas menos que en Madrid- juega a su favor si pretende reaccionar con rapidez y estar presente en una cita del consejo que se considera trascendental.

De hecho, Santamaría afeó ayer a Mas que haya jugado con el calendario para publicar oficialmente la ley de consultas que ya el viernes pasado aprobó el Parlament. «Parece que para él el tiempo es muy flexible. Para nosotros no», señaló la vicepresidenta, insistiendo en la idea de que el Ejecutivo actuará sin demora para frenar el referéndum.