PROPUESTA TUMBADA

El Gobierno se libra de elaborar un informe sobre la guerra de Irak

El expresidente español José María Aznar, junto al estadounidense George W. Bush en el 2003, en las Islas Azores.

El expresidente español José María Aznar, junto al estadounidense George W. Bush en el 2003, en las Islas Azores. / periodico

GEMMA ROBLES / MADRID

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Aunque el tema de la guerra de Irak y la participación española en aquel conflicto en la 'era Aznar' amenaza con retomar el protagonismo en esta legislatura, el Gobierno de Mariano Rajoy ha podido ganar algo de tiempo antes de empezar a dar la cara en un asunto que, muchos años después, sigue incomodando notablemente a los populares, mientras que en países como Gran Bretaña se estudia y analiza con toda naturalidad. Valga como ejemplo la reciente difusión del 'informe Chilcot' 'informe Chilcot' y las disculpas oficiales del exprimer ministro Toni Blair por su actuación y la de su Ejecutivo.

Este miércoles, en el Congreso, decayó una enmienda que habían pactado ERC (partido proponente) y el PSOE y que contaba con el apoyo de otros grupos como Podemos o la organización de Francesc Homs porque, a la hora de votar, el diputado del PNV Aitor Esteban --con cuyo aval contaban a priori los impulsores de la iniciativa-- no estaba. De hecho, el dirigente vasco no se trasladó a Madrid para participar en la Comisión de Exteriores, en una semana en la que no hay plenos.

El texto original registrado por Joan Tardà,Joan Tardà, que exigía de entrada una subcomisión en la que estudiar lo ocurrido, era bastante más ambicioso del que finalmente se acordó con los socialistas, que instaba al Ejecutivo a elaborar y enviar a la Cámara "en el plazo de nueve meses" un informe de evaluación sobre "la participación militar, comercial y en el ámbito de la cooperación española en Irak". Este informe, añadía la iniciativa, sería remitido precisamente a la Comisión de Asuntos Exteriores y a los grupos parlamentarios para la tramitación de las propuestas que, a partir de ahí, se considerasen oportunas.

TENSIÓN DE LOS SOCIALISTAS CON RUFIÁN

Pero la ausencia del portavoz peneuvista ha impedido que saliese adelante, puesto que a la hora de votar (y se ha llegado a hacer tres veces), se ha producido un empate con 18 votos a favor, 18 en contra (PPCiudadadanos y UPN) y ninguna abstención. Sin duda el grupo parlamentario de ERC retomará en cuanto sea posible un asunto en el que también En Comú Podem, de momento en el Senado, se ha implicado a la hora de reclamar explicaciones al Gobierno. 

En todo caso, este primer intento ha servido para dos cosas: para poner en guardia a los conservadores y para evidenciar, a través del debate que han tenido entre sí el PSOE y ERC que los socialistas están dispuestos a valorar y apoyar proyectos defendidos por Tardà, "un hombre de palabra". En cambio, solo tienen reproches para el otro portavoz republicano, Gabriel Rufián, dada su actuación en el hemiciclo durante la investidura de Rajoy y, concretamente, sus hirientes palabras dirigidas a la bancada socialista.