LA GESTIÓN POLÍTICA DE LA CRISIS SOBERANISTA

El Gobierno desdeña la 'tercera vía' de Sánchez

GEMMA ROBLES
MADRID

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Cuando apenas quedan cinco días para que se celebre la esperada reunión entre Mariano Rajoy y Artur Mas -que por deseo del presidente se celebrará 48 horas después de que él se haya visto con el líder del PSOE, Pedro Sánchez-, el Gobierno central acotó las posibilidades de acercamiento al president de la Generalitat catalana o incluso a Sánchez: la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría insistió en que el Govern ha de retirar la consulta soberanista de la agenda y declaró «inviable» la propuesta de modificar la Constitución en clave federal que apadrinan los socialistas, alegando que por no contar no cuenta ni con el respaldo de CiU. En esta línea, cuestionó la «viabilidad» de esa reforma, conocida como tercera vía, cuando los grupos del arco parlamentario están tan divididos al respecto y, de paso, alertó contra el peligro de generar expectativas.

En cuanto a la voluntad política para afrontar la cita Rajoy-Mas, Santamaría volvió a aferrarse al «espíritu abierto», pero eludiendo dar más detalles o una lista de asuntos sobre los que podría tejerse el entendimiento entre ambos mandatarios.

RENUNCIAR A LA CONSULTA / Se da la circunstancia de que a lo largo de la semana, tanto Mas como Sánchez han instado a Rajoy y a su equipo a presentar y a defender un plan propio para Catalunya que vaya más allá del «no» al referendo. Una coincidencia que no ha gustado en Moncloa, cuya estrategia pasa por colocar el foco de la responsabilidad única y exclusivamente en el jefe del Govern. «Sería oportuno que el presidente de la Generalitat, que es quien planteó el referendo, exprese qué es lo que quiere del Gobierno: si está dispuesto a renunciar a la consulta, porque si el plan que tiene es mantener el referendo, lo único que puede decirle el presidente es lo que ha dicho ya el Constitucional y el Congreso», aseveró Santamaría.

Por su lado, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se encargó de añadir que tampoco se contempla de cara a esa reunión la opción de activar la reforma de la financiación autonómica,  ya que «no hay dinero» para eso. «Se está malentendiendo que poner una nueva financiación sería poner más dinero. Además es fácil de entender que no tenemos más dinero y que todos tenemos déficit», enfatizó Montoro, matizando que otra cosa sería hablar de introducir algo de «racionalidad» en el sistema para ayudar a salir de la crisis. «A partir de ahí, cabe todo tipo de negociación política», afirmó, recordando que en el consejo de política fiscal y financiera (CPFF) que se celebrará el jueves se tratará, entre otras cosas, de la reestructuración del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y del posible aplazamiento de los pagos a cuenta.

Montoro defendió también sus balanzas fiscales e instó a las autonomías a «moderarse» en el tono con el que las están criticando.