Rajoy teme que Puigdemont no haga ningún gesto hasta marzo

El Gobierno central sospecha que JxSí «no molestará» a los «radicales» de la CUP

Íñigo Méndez de Vigo.

Íñigo Méndez de Vigo. / periodico

PILAR SANTOS / MADRID

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El Gobierno de Mariano Rajoy teme que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y sus 'consellers' retrasen hasta marzo cualquier gesto que se pueda interpretar como un mínimo acercamiento al Ejecutivo central. Fuentes de la Moncloa dan por hecho que Junts pel Sí intentará "no molestar" a la CUP hasta tener vía libre para los Presupuestos. Como pronto, si no hay recursos ante el Consell de Garanties Estatutàries, el Gobierno catalán podrá aprobar las cuentas del 2017 en febrero y siempre con la ayuda de los anticapitalistas.

Estas fuentes consideran que los independentistas se sienten "descolocados" al no poder acusar ya a Rajoy de estar "encastillado" y quedarse, pues, sin el discurso de que el líder del PP "no quiere dialogar". "Tiempo al tiempo. Esto no se puede resolver de la noche a la mañana", añaden en la Moncloa.

El jefe del Ejecutivo debe aprender a vivir con un Gobierno en minoría esta legislatura y ha designado a su mano derecha, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, como enviada especial a Catalunya. Por ahora, son solo titulares de prensa y fotografías vistosas, como las que se hizo esta semana Santamaría en Barcelona con Miquel Iceta (PSC) e Inés Arrimadas (Ciudadanos), pero por algo se empieza.

En la reunión del Consejo de Ministros de este viernes, la vicepresidenta hizo "una valoración positiva" de esas reuniones, según explicó el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, en la rueda de prensa posterior. "Nos ha pedido al resto de ministros que intensifiquemos el diálogo y la cooperación […] para saber qué quieren, qué cosas queremos y qué cosas podemos hacer juntos”, explicó el portavoz.

LA CONFERENCIA DE PRESIDENTES

Méndez de Vigo quiso remarcar el contraste entre la nueva actitud del Gobierno central y la "unilateralidad" del Govern, que actúa movido, en su opinión, por las exigencias de los "radicales" de la CUP. A ellos culpó de la convocatoria de la cumbre del referéndum del próximo día 23, sin hacer ninguna crítica a Puigdemont. La cita era una petición de los anticapitalistas para votar a favor de los Presupuestos.

El portavoz animó a Puigdemont a viajar hasta Madrid en enero para participar en la Conferencia de Presidentes que prepara Rajoy, aunque no las tiene todas consigo de que vaya a ceder. "Hay muchísimas materias de las que se puede hablar. En eso es en lo que estamos y otros están en la unilateralidad. Los catalanes y los españoles tienen que ver quiénes quieren hablar y quiénes están en otras cosas", argumentó. El orden del día incluirá la reforma de la financiación, el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), asuntos educativos y la tarjeta sanitaria, citó Méndez de Vigo.   

REUNIONES PENDIENTES

El también ministro de Educación no dio ninguna pista de la fecha en la que se pueden ver Rajoy con Puigdemont, por un lado, y Santamaría con Oriol Junqueras, por otro. Dos reuniones anunciadas pero que no acaban de concretarse. "Es mejor que los ánimos estén calmados y Puigdemont y Junqueras vengan con buen talante", reflexionan en la Moncloa. En principio, la vicepresidenta quería ver al líder de ERC antes de Navidad para abordar las 46 peticiones que el 'president' le planteó al líder del PP en abril.  

Tampoco está cerrada la visita del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, a Catalunya, que él mismo anunció públicamente hace dos semanas. Fuentes del entorno de De la Serna atribuyen al Departament de Territori i Sostenibilitat la falta de concreción. El titular de Fomento dijo que quiere pactar un nuevo plan para el servicio de Rodalies de Barcelona.