reacciones tras la confesión del exlíder nacionalista

El Gobierno acelera el debate sobre el 'caso Pujol' en las Cortes

Jordi Pujol, rodeado de periodistas, el lunes frente a su domicilio de Barcelona.

Jordi Pujol, rodeado de periodistas, el lunes frente a su domicilio de Barcelona.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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Mientras Jordi Pujol medita en su casa de Barcelona si comparece finalmente o no en el Parlament, el Gobierno central ha pisado el acelerador para que el ministro Cristobal Montoro, tan reacio a hablar de otros escándalos, agite cuanto antes el debate en el Congreso en torno a la evasión fiscal cometida por el expresident durante 34 años.

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, anunció ayer que el titular de Hacienda comparecerá en el Congreso el 2 de septiembre, el mismo día en que el Parlament aprobará que Pujol dé explicaciones sobre su patrimonio oculto. Los grupos esperan que el expresident acuda ese mismo día a la Cámara catalana, aunque el coordinador general de CDC, Josep Rull, aseguró ayer que a una semana de la fecha clave Pujol aún no les ha comunicado nada al respecto.

En cualquier caso, el Gobierno ha decidido mover ficha y que el debate sobre el escándalo se produzca «cuanto antes», según desveló Ayllón. De hecho, Montoro acudirá al Congreso tan solo un día después de que comience el periodo ordinario de sesiones, atendiendo a la petición que el PP presentó el 22 de agosto para que el ministro hable de forma genérica de la lucha contra el fraude.

Los populares promovieron esta iniciativa después de que PSOE e IU solicitasen su comparecencia para que revele si los Pujol se acogieron a la amnistía fiscal. Con esta jugada, los populares desinflaron la maniobra de la oposición y pusieron en bandeja que Montoro removiese el escándalo. Incluso el portavoz del PP, Alfonso Alonso, reconoció ayer que la intención de su partido es que el titular de Hacienda hable del fraude que afecta al caso Pujol «y otros».

SIN CONCRETAR / La ley impide a Montoro dar datos de contribuyentes concretos, pero el ministro dejó caer que Pujol había confesado después de sentir que Hacienda le pisaba los talones y es previsible que continúe con esta argumentación. CiU se acogió precisamente ayer a la confidencialidad que exige la ley para votar junto al PP en contra de las peticiones de PSOE y la Izquierda Plural, que se debatieron en la diputación permanente del Congreso (el órgano que sustituye al pleno en periodos inhábiles). El convergente Pere Macias dio la «bienvenida» a que Montoro hable de la lucha contra el fraude, pero advirtió de que no podrá revelar si los Pujol regularizaron dinero de forma extraordinaria. Macias ejerce de portavoz de CiU en este asunto, en lugar del democristiano Josep Sánchez Llibre, por instrucción directa de Artur Mas, según revelaron fuentes de la federación.

Tanto CiU, que reconoció  que el expresident se ha equivocado «estrepitosamente», como ERC subrayaron que el caso no logrará «destruir» el proceso soberanista.