EL 'CASO PUJOL'

De Gispert asegura que Pujol irá al Parlament la semana del 22

Jordi Pujol llega a su casa el pasado 1 de septiembre, con un calcetín en la mano tras sufrir un esguince en un pie.

Jordi Pujol llega a su casa el pasado 1 de septiembre, con un calcetín en la mano tras sufrir un esguince en un pie.

SALVADOR SABRIÀ / BARCELONA

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No hay para tanto. Este sería el resumen de las últimas declaraciones de algunos de los máximos dirigentes de Convergència, empezando por su presidente, Artur Mas, y de Unió, sobre las prisas de la oposición, y sobre todo de Esquerra, para crear una comisión de investigación en el Parlament sobre el 'caso Pujol'. La presidenta de la Cámara catalana, Núria de Gispert, dirigente democristiana, situó ayer la comparecencia de Jordi Pujol en el Parlament durante la semana del 22 de septiembre, precisamente la fecha que ofreció el 'expresident'.

En declaraciones al canal informativo 3/24 de Televisió de Catalunya, De Gispert explicó que había tenido varias conversaciones con Pujol en los últimos días y aseguró que este responderá a las preguntas que le hagan los grupos porque "tiene ganas de explicarse". En la misma línea de las manifestaciones de cargos de CiU sobre este caso, la iniciativa sobre el tipo de comparecencia siguen dejándola en manos del exmandatario convergente.

La presidenta del Parlament criticó "las prisas" que tuvieron los grupos de la oposición a inicios de septiembre para pedir la comparecencia de Pujol y la comisión de investigación, aunque a la vez les afeó que no reclamasen la convocatoria de la diputación permanente en agosto si tanta prisa tenían.

El 'expresident' no hizo ninguna aparición hasta el pasado 7 de agosto desde que hizo pública el 25 de julio la polémica carta en la que explicaba que había mantenido fondos ocultos al fisco en el extranjero durante 34 años. En aquella breve intervención ante los periodistas en Queralbs (Ripollès), Pujol se comprometió a ponerse a disposición de la justicia y las autoridades fiscales, pero, igual que en su comunicado, obvió decir si acudiría al Parlament.

Tras varios días de reacciones de los partidos de la oposición con vaivenes de Esquerra, finalmente se convocó la diputación permanente del Parlament y se acordó que en una reunión del 2 de septiembre se solicitaría la comparecencia de Pujol. Quedó en el aire la posibilidad de que aquel mismo día Pujol acudiese a la Cámara, y así lo habían interpretado varios grupos. Cuando la respuesta de Pujol el mismo día 2 fue que comparecería, pero a partir del 22 de septiembre, alegando que eran las mejores fechas teniendo en cuenta los hechos políticos previstos los días previos, la oposición montó en cólera y presentó dos peticiones para crear sendas comisiones de investigación, una de ellas impulsada por ERC.

MALESTAR EN CIU

A su vez, el paso dado por Esquerra al subir el tono de su presión a Pujol, provocó una progresivo alud de críticas de CiU contra los republicanos, con un papel destacado de Mas. La última de estas la ha hecho el 'president' en una entrevista que publica hoy la revista 'El Temps', en la que se muestra "decepcionado" por la «politiquería» que han utilizado los republicanos al pedir la comisión de investigación, sin esperar a escuchar al 'expresident'.

Mas reconoce que este caso perjudica a Convergència, pero en cambio descarta que lo haga con el proceso que se ha puesto en marcha en Catalunya. Sus palabras contrastan con el resultado de la encuesta publicada por encuestaEL PERIÓDICO sobre el impacto del 'caso Pujol': el 55% de los catalanes creen que afectará a la consulta del 9-N; el 93% de votantes de CiU califican los hechos de muy o bastante graves; el 80% considera que el caso perjudica a la imagen de Catalunya y el 73%, a Artur Mas.