ESPAÑA: VARAPALO A RAJOY

Giro a la izquierda y aviso al PP

La corrupción castiga esta vez a los populares y acerca a PSOE y Podemos

GEMMA ROBLES / MADRID

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El mensaje que el PP de Mariano Rajoy decidió lanzar en campaña -además de ese que versaba sobre que la recuperación económica ya estaba llamando a la puerta de los españoles y que solo era cuestión de tener fe y abrir la puerta-, estaba dedicado a Ciudadanos. En un intento desesperado de frenar el trasiego de votos que detectaban los sondeos desde las filas populares a las de Albert Rivera, se insistió una y otra vez en que votar a la organización naranja podía significar regalarle el voto al PSOE a través de futuros pactos. Visto lo visto y con los datos escrutados a la hora de cierre de este edición, la estrategia funcionó... hasta cierto punto. Los de Rivera logran una potente tercera posición a nivel local, pero no consiguen (salvo vuelco final) el poder suficiente para ser  decisivos en comunidades y ayuntamientos clave como Madrid Valencia, entre otros territorios. Y esto, paradojas de la vida política, se le vuelve en contra precisamente a los conservadores, que en su esfuerzo por desinflar a Ciudadanos ha desinflado también sus posibilidades de sumar con ellos en  la enorme cantidad de regiones y ciudades en las que pierden la mayoría absoluta y, por ende, la posibilidad de gobernar. Habrá giro a la izquierda.

El PP gana unas elecciones en las que IU se hunde y UPD prácticamente desaparece. Sí, las gana, pero no le servirá de nada. Estos comicios de mayo del 2015 serán recordados como uno de los mayores batacazos del partido de Mariano Rajoy, puesto que sus dificultades para entenderse con el resto de fuerzas que completan el mapa político les llevarán a la bancada de la oposición en cientos y cientos de territorios. Y no solo en los sitios donde la escandalosa corrupción, esta vez sí, le ha pasado factura a los populares, sino en otros feudos donde parecían tener los sillones mejor amarrados (al cierre de esta edición peligraba la mayoría absoluta del PP en Castilla y León, Castilla- La Mancha y Aragón y tampoco la alcanzaban en Extremadura, entre otros lugares claves para medir el resultado real de los conservadores en estas elecciones).

LA REFORMA DE LA LEY / Leídos los resultados y a falta de que se completen los escrutinios al cien por cien, es fácil de entender que los cientos y cientos de populares que se van a quedar sin despachos y coches oficiales en autonomías y ayuntamientos le echen en cara a Rajoy, desde hoy, que no cumplió con su promesa de reformar la legislación para obligar a que gobierne siempre la fuerza más votada. El PP no se atrevió a hacerlo sin consenso. El PSOE se negó a dar el paso. Y leídos, de nuevo, los resultados y pese a que la situación actual ha perjudicado a Susana Díaz en Andalucía (al menos hasta ahora), los socialistas que podrían ganar despachos y -si no renuncian a ellos merced a futuros pactos- también coches oficiales, tendrán que agradecer a Pedro Sánchez que no sucumbiera a la tentación que le plantearon los populares para modificar la ley. Gracias a eso, los socialistas van a tener la oportunidad de llegar a gobiernos como el de la Comunidad de Madrid sin son capaces de entenderse con Podemos y, al tiempo, de ofrecer a nuevas organizaciones como Ahora Madrid la posibilidad de liderar por primera vez instituciones tan relevantes como el consistorio madrileño.

Es un ejemplo, porque esta situación se repite en docenas y docenas de lugares donde la izquierda suma los votos suficientes para arrebatar a los conservadores un poder que no han blindado con mayorías absolutas. Ciudadanos estará ahí para verlo, pero quizás no para decidir.