LA ENCRUCIJADA DEL SOCIALISMO

La gestora del PSOE teme que el desacato se extienda

El Rey y Javier Fernández, este martes en el Palacio de la Zarzuela.

El Rey y Javier Fernández, este martes en el Palacio de la Zarzuela. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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La gestora que pilota el PSOE desde la forzada salida de Pedro SánchezPedro Sánchez teme que el rechazo interno que suscita la abstención en la investidura de Mariano Rajoy (en las bases y en varios barones) provoque que la desobediencia se contagie entre los 84 diputados de su grupo parlamentario. Los siete representantes del PSC se dan por seguros, pero la dirección socialista cree que el desacato puede extenderse más allá de los nombres conocidos (Susana SumelzoMargarita RoblesOdón Elorza y el propio Sánchez, entre otros) para alcanzar a casi una veintena de escaños.

Un día después de que ocho líderes territoriales pidiesen una abstención “técnica”, de solo 11 representantes (el mínimo indispensable para que la legislatura eche a andar), el presidente de la gestora, Javier Fernández, trasladó este martes al Rey que todo el grupo socialista levantará "sin matizaciones" su rechazo a Rajoy. El también presidente de Asturias intentó poco después rebajar la tensión interna, rechazando un hipotético paso de los diputados díscolos al Grupo Mixto debido a su rechazo a Rajoy.

"Lo que toca es persuadir a quienes piensan en la desobediencia para que no tomen esa decisión. No estoy pensando, ni mucho menos, en que esto acabe en expulsiones", señaló Fernández.

La expulsión no se encuentra entre los planes inmediatos de la gestora, según explican fuentes del organismo, por los efectos traumáticos que tendría dentro y fuera. Si el desacato se extendiera a 14 o más diputados (incluyendo los siete del PSC), el PSOE se quedaría con menos representación que Podemos y sus satélites, perdiendo así el liderazgo de la oposición, un rol que el partido morado ya se arroga tras la anunciada abstención de los socialistas. El conflicto, en cualquier caso, se debatirá a fondo en la reunión del grupo parlamentario socialista de este miércoles a las cuatro de la tarde, dos horas antes de que comience la investidura de Rajoy.

NO "EN CONCIENCIA"

La gestora distingue entre los socialistas catalanes y su "posición orgánica", debido a los efectos que puede tener en Catalunya la abstención ante Rajoy, y el resto de presuntos desobedientes. En el primer caso se plantea cambiar la relación con el PSC para que este partido deje de tener voto en los órganos del PSOE. El segundo grupo es distinto, porque es una decisión a título individual. En una investidura, no cabe el voto "en conciencia" que recoge el artículo 35 del reglamento del grupo socialista, porque esta cláusula, según fuentes cercanas a Fernández, debe aplicarse solo a materias como, por ejemplo, "el aborto y la eutanasia".  Dentro de este grupo de díscolos del PSOE, la gestora también diferencia entre aquellos parlamentarios que tienen carnet del partido y otros que fueron "fichajes" de Sánchez y son independientes. En este grupo se encontrarían Robles y Zaida Cantera.

Varios de los diputados socialistas, mientras tanto, explican que sopesarían acudir a los tribunales si se produjera la expulsión. Su argumentación jurídica se basa en que la gestora no aparece regulada en los estatutos del PSOE. En este sentido, consideran que Fernández se está "extralimitando" en sus acciones. Por ejemplo, en la convocatoria del comité federal que aprobó la abstención. Pero los díscolos también esperan que la tensión no derive en choque frontal.