LA ESTRATEGIA DEL EJECUTIVO CATALÁN

La Generalitat pretende abrir medio centenar de 'embajadas'

Luca Bellizzi será el delegado en Roma y Adam Casals asume la oficina de Viena

De izquierda a derecha, Luca Bellizzi, Roger Albinyana, Iban Rabasa y Adam Casals, ayer Barcelona.

De izquierda a derecha, Luca Bellizzi, Roger Albinyana, Iban Rabasa y Adam Casals, ayer Barcelona.

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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El Gobierno catalán planea abrir una «cincuentena» de delegaciones en el extranjero, según confirmó ayer el secretario de Afers Exteriors, Roger Albinyana, en declaraciones a TV3. Hasta ahora, la Generalitat cuenta con cinco embajadas: Bruselas, Washington, París, Londres y Berlín. A estas, hay que sumar las de Viena y Roma, cuyos delegados tomaron posesión ayer.

El encargado de dirigir la oficina austriaca es Adam Casals, un experto en servicios de asesoría estratégica y comunicación en relaciones internacionales. Además, está especializado en países centroeuropeos y colabora con centros como el Instituto Alemán de Política y Seguridad Internacional. En la delegación de Viena se asumirán también las relaciones con Eslovenia, Croacia, Hungría, Chequia y Eslovaquia.

Por su parte, el delegado en Roma, Luca Bellizzi, es doctor en Políticas por la Universidad de los Estudios de Milán y hasta su nombramiento como alto cargo de la Generalitat trabajaba como director ejecutivo de una empresa de promoción y gestión inmobiliaria. Bellizzi es miembro de la secretaría de Relaciones Internacionales de Convergència.

OBJETIVOS / Según el Govern, los nuevos delegados en el extranjero deberán centrarse en potenciar la internacionalización de la economía catalana, la proyección de la lengua y la cultura así como la promoción del turismo y el apoyo de las comunidades catalanas en el exterior.

El Ejecutivo catalán pretende reforzar su mensaje a nivel internacional y pasar de la defensa del derecho a decidir a plantear abiertamente el anhelo de una Catalunya independiente. Se trata de impulsar las llamadas «estructuras de Estado», un propósito que forma parte del reeditado acuerdo entre CiU y ERC. La cartera de Exteriores depende la conselleria de Presidència.

Uno de los frentes más complicados es el de Bruselas, puesto que las autoridades de la Unión Europea se limitan a insistir en que este es un conflicto del ámbito interno español. De ahí que el Govern nombrase hace unas semanas a Amadeu Alfataj, exjefe de gabinete adjunto de Asuntos Económicos de la Comisión Europea en la etapa de Olli Rehn, como representante permanente de la Generalitat ante la UE.

Otro de los nombres destacados en la acción exterior del Gabinete de Artur Mas es el del periodista Martí Anglada, encargado de dirigir la delegación de París. Entre los próximos objetivos destaca la intención de abrir oficinas en Asia y América Latina. En el 2011 se cerró la de Buenos Aires, pero ahora esta zona vuelve a ser prioritaria para el Govern.

Fuentes próximas al Ejecutivo catalán reconocen que la estrategia del ministro de Exteriores, José Manuel Margallo, de frenar cualquier iniciativa que pretenda promocionar el derecho a decidir de Catalunya ha hecho mella en algunas cancillerías. Los argumentarios a los embajadores para que defiendan las tesis del Gobierno central han complicado la táctica de la Generalitat.

DISCRECIÓN / El Govern, en especial el president, y Convergència han mantenido contactos discretos con embajadores y cónsules tanto de la Unión Europea como de fuera de ella para intentar contrarrestar la ofensiva del Ejecutivo central. Unas conversaciones en las que los nacionalistas han constatado las dificultades que implica intentar «internacionalizar el conflicto catalán», según expresión acuñada por Mas.