ENTREVISTA

García Albiol: "Si fuera tan radical, no habría ganado tantas elecciones"

"El 27-S no irá del eje izquierda-derecha, sino de que en el Parlament haya o no una mayoría independentista", afirma el cabeza de cartel del PPC

NEUS TOMÀS / RAFA JULVE / BARCELONA

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El PP busca un golpe de efecto ante la debacle que le vaticinan las encuestas y ha colocado a Xavier García Albiol (Badalona, 1967) como presidenciable para el 27-S. Uno de sus retos, recuperar los votantes que se han ido a Ciutadans.

-Mariano Rajoy dijo el miércoles en Castelldefels que la apuesta por usted demuestra que el PP se toma el 27-S «muy en serio». ¿Por qué Albiol y no Alicia Sánchez-Camacho?

-Porque es la decisión que ha tomado el comité ejecutivo del PPC a propuesta de la propia Camacho. Que me apoye Rajoy me honra, pero para mí tiene el mismo valor que la estima que recibo de la militancia.

-¿Qué le dice la gente?

-Me dan muchos ánimos. Incluso hay gente que me dice: «Yo soy de izquierdas, pero como me caes muy bien te votaré». Mi proyecto está empezando a generar ilusión.

-¿Su yacimiento de votos saldrá, aparte del PP, del PSC y Ciutadans?

-El 27-S no nos jugamos el eje izquierda o derecha, sino que haya una mayoría parlamentaria independentista o no. La mejor opción para los no independentistas, por encima de ideologías y siglas, será el PPC.

-Entonces, si es independencia  o no, sí que serán unas plebiscitarias.

-No. Lo de plebiscitarias es una perversión del término. Serán las autonómicas más importantes de la historia, pero eso no quita que haya una realidad: una coalición de partidos quiere romper con España. No serán plebiscitarias; entre otras razones porque un voto no vale lo mismo en Barcelona que en Girona.

-¿Pactaría con Podem para evitar que Mas fuera president?

-Tenemos que ver cómo queda el escenario tras el 27-S. Estoy convencido de que mi candidatura será el principal referente no independentista en el Parlament. De ahí a poder llegar a pactos con Podem lo veo bastante improbable porque estamos a las antípodas, aunque creo que los que no somos independentistas debemos sentarnos en la mesa e intentar llegar a unos acuerdos mínimos que permitan evitar que en el Parlament se consume un acto de desesperación política como una hipotética declaración de independencia.

-Viendo los sondeos ¿no peca de optimista al decir que el PP puede ser referente del no independentismo?

-Vengo de ganar elecciones en Badalona. Soy el único de los candidatos no independentistas con experiencia de gobierno, refrendada hace un mes y medio por mis vecinos. Si logro hacer llegar mi mensaje a todos los que se sienten catalanes y españoles de que mi proyecto es transversal, daré la sorpresa.

-Eso de la transversalidad también lo dice Ciutadans.

-Me parece muy bien y espero que el día 28 podamos sentarnos en la mesa. Lo que me sorprende es que cuando en Catalunya nos jugamos las cosas más importantes desde la instauración de la democracia, su líder [Albert Rivera] haya abandonado el barco para irse a buscar el aplauso fácil en Madrid. Los que tenemos una cierta credibilidad y autoridad debemos estar aquí, defendiendo a quienes quieren seguir siendo catalanes sin renunciar a ser españoles.

-¿Cree que el PP estatal no ha entendido qué pasa en Catalunya?

-Es que a veces ni los propios catalanes entendemos qué pasa. La situación política ha entrado en una deriva esperpéntica que ha dejado descolocado a todo el mundo. Ahora lo que toca es que pasen las elecciones y recuperemos el seny. En cualquier relación política o humana se producen aciertos y situaciones en que uno ha estado menos afortunado.

-¿Fue afortunado el lema de campaña 'Limpiando Badalona'?

-No era un lema. Era una campaña específica. El lema era La receta funciona. Yo estoy muy orgulloso de plantear que había un candidato que apostaba por limpiar la ciudad de problemas de incivismo, delincuencia o espacios degradados.

-A raíz de ese eslogan, las redes sociales han propuesto otro: 'Albiol, limpiando Catalunya de independentistas'. ¿Qué le parece?

-[Ríe] Pues que en las redes sociales salen algunos montajes muy simpáticos. Pero ni yo me dediqué a limpiar Badalona de lo que no hacía falta ni es el aspecto ni la prioridad de Catalunya. Ahora la prioridad es seguir avanzando en la recuperación de puestos de trabajo y, después, tener la fuerza de defender el proyecto de Catalunya dentro de España.

-Todo el mundo ha interpretado la apuesta del PP por usted como un viraje más a la derecha, como un mayor radicalismo del partido.

-Si fuera así, no llevara cinco años ganando elecciones en una ciudad de izquierdas como Badalona. Es imposible que alguien ubicado en un extremo pueda sacar esos resultados. Si fuera tan radical, no hubiera ganado tantas elecciones.

-¿Usted es xenófobo?

La xenofobia es una lacra de la sociedad. Cuando he sido alcalde he defendido a aquellas personas que han venido de fuera a trabajar y a ser uno más de aquí. Los que llegan con otra intención, mejor que no vengan.

-¿No se arrepiente de expresiones como llamar «plaga» al colectivo de gitanos rumanos?

-Cuando uno habla cada día, puede tener expresiones más o menos acertadas. Cada día me equivoco 10 veces. Lo que es importante es saber leer qué problemas tienen los vecinos y resolverlos. Y eso he hecho.

-¿No ha mezclado inmigración con delincuencia?

-Nunca. La inmigración es un factor positivo, pero apuesto por la inmigración de las personas que vienen a trabajar y a comportarse como el resto de ciudadanos. La ventaja que tengo respecto a Iceta y Arrimadas es que yo he gobernado, y el hecho de que en Badalona no se haya perseguido a nadie en función de su nacionalidad, etnia, color o religión, evidencia que hemos estado ante una acción que iba dirigida contra unos comportamientos determinados. Lo que no hemos hecho es mirar a otro lado. El buenismo político no va conmigo.

-Usted se pasea mucho por la calle, en cambio Rajoy cuando viene a Catalunya siempre son viajes relámpago y como mucho ve a militantes.

-Todos los políticos lo mejor que podemos hacer es pisar la calle, ver la realidad del día a día, pero ser presidente del Gobierno y tener que estar en tantos lugares en un mismo día no le permite pasear.

-Pero que sea conocido como el presidente del plasma...

-Yo no creo que sea el presidente del plasma. Yo le veo responder a preguntas en las ruedas de prensa. Cada uno tiene su estilo. Si Rajoy pudiese entrar en casa de cada uno de los catalanes y de los españoles, arrasaría con 200 diputados porque en la proximidad es entrañable y cariñoso.

-Si se impone una opción independentista, ¿ve posible la aplicación del artículo 155 de la Constitución?

-Es una medida constitucional que está encima de la mesa. Sí es cierto que se trata de una medida excepcional pensada para casos excepcionales. Estoy convencido de que no se llegará a una situación en la que tenga que aplicarse. Sería malo para todos.