La flexibilidad de Rajoy

El Gobierno ve encauzado el déficit, habla ya de "segunda etapa" y rebaja la expectativa de pacto

Mariano Rajoy sale de su despacho del palacio de la Moncloa para recibir al presidente de Uruguay, José Mújica, el pasado 30 de mayo.

Mariano Rajoy sale de su despacho del palacio de la Moncloa para recibir al presidente de Uruguay, José Mújica, el pasado 30 de mayo. / SP/RC

GEMMA ROBLES / Madrid

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Está equivocado quien piense que de la reunión pendiente entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba surgirá el embrión de un cambio de rumbo económico, por más que el presidente del Gobierno confirmara el martes en el Senado que en esa cita se hablará de Europa (en esa materia habrá pacto sin duda) y de todo aquello que proponga el líder socialista.

Es sabido que el jefe del PSOE llevará su proyecto económico bajo el brazo y que desea--como la mayoría de dirigentes de la oposición-- un giro. Pues no lo habrá. Fuentes del Ejecutivo apuntan que la oposición "tiene razón" cuando argumenta que otras políticas son posibles, aunque aplicarlas supondría, según el entorno de Rajoy, "salir del euro y retroceder 20 años".

Pero el gran objetivo gubernamental para los próximos meses, una vez que consideran encauzada la reducción de déficit público, es buscar un rápido aumento de productividad por la vía de los precios. "Flexibilidad" será la palabra más repetida por los ministros durante el segundo semestre del 2013.