CAUSA POR SEDICIÓN

La Fiscalía rehúsa de momento volver a pedir prisión para Trapero

TRAPERO

TRAPERO / periodico

Ángeles Vázquez

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La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha estudiado con detenimiento el auto en el que la jueza Carmen Lamela impuso el lunes comparecencias quincenales al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, imputado por sedición, y ha decidido no recurrirlo para volver a reclamar su ingreso en prisión.

En su opinión, la resolución se centra en la actuación del 'major' los días 20 y 21 de septiembre, que es lo único de momento incluido en la causa abierta por sedición en la Audiencia Nacional, en la que el lunes ingresaron prisión el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, y el de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

Como "todas las medidas cautelares tienen un carácter provisional", la fiscalía deja abierta la puerta a volver a solicitar prisión incondicional para Trapero cuando el procedimiento se amplíe a los hechos relativos al referéndum ilegal del 1-O, como tiene previsto solicitar el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo. De hecho, ya se están practicando diligencias, como la identificación de los mossos que trabajaron durante la consulta.

La jueza Lamela apuntaba en el auto en el que rechaza decretar prisión para Trapero que su actuación durante las protestas que obstaculizaron la labor de la comisión judicial encargada de hacer registros por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona "no aparece todavía suficientemente perfilada hasta el punto de poderle vincular en este momento a hechos tan graves como los que esos días sucedieron, sin perjuicio de lo que pueda determinarse en una fase más avanzada de la investigación".

"Imposible sin causar un problema de seguridad"

En su primera comparecencia ante la jueza Lamela, el pasado 6 de octubre, Trapero declaró que "era imposible" hacer un cordón de seguridad frente a la Conselleria' de Economía "sin causar un problema de seguridad y de orden público". Negó haber ignorado los requerimientos realizados en este sentido por la Guardia Civil y los miembros de la comisión judicial que registró la sede.

Según Trapero, "se iban destinando todos los recursos a la zona y se variaron durante todo el día", como podría demostrar documentalmente. Cuando, a las nueve y cuarto de la mañana, comenzó el registro ordenado por el Juzgado  sólo había dos unidades destinadas al lugar, cada una con siete agentes. El mando de los Mossos no pudo precisar a la jueza a cuántos metros se encontraban de la puerta de la Consejería, informa Europa Press.

A largo de la mañana se fueron designando efectivos llegando hasta los 16 o 17 equipos poniendo el foco en el Rambla de Catalunya. "Piense que allí llegó a haber 40.000 personas", dijo Trapero. A la pregunta de por qué los guardias no veían a los mossos, el responsable policial contestó que "no los ven porque la masa impide verlos", al situarse detrás, ya que sería imposible dar una protección de 40 metros del edificio "sin causar un problema de seguridad ciudadana y de orden público".

Sobre las seis y media de la tarde, declara Trapero,  se "empieza a trabajar" en un pasillo de seguridad para permitir la salida de la comisión judicial "con personas de la Assemblea Nacional Catalana", que llevaban un peto. Pero no llegó a utilizarse.

Llamadas al presidente de TSJC

Alude a dos conversaciones con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, José María Barrientos, a quien expone la situación tras mostrarse éste preocupado por las imágenes de la concentración. En la segunda, Barrientos le comentó que se iba a retrasarse la salida de la letrada de la administración de justicia y de los agentes del la Guardia Civil que la acompañaban porque "habían entrado unos habeas corpus" y se había recusado al juez. Añadió que el instituto armado le indicó también que la diligencia podría durar "toda la noche por unos problemas informáticos", por lo que el pasillo quedó descartado. La secretaria judicial sí le dijo que ya habían terminado y que necesitaban salir.

Según Trapero, los agentes se negaron a hacerlo si no podían acceder a los coches, que estaban totalmente rodeados e inutilizados, y la secretaria les comunicó que tampoco iba a hacerlo sola. Finalmente se acordó la salida de la funcionaria por la azotea a un teatro próximo. Ahí sitúa el mayor la orden del juzgado de guardia para que facilitara la salida de la comisión judicial. La jueza Lamela le cuestiona entonces que por qué la secretaria judicial tuvo que llamar al juzgado de guardia si los Mossos estaban siendo tan "solícitos", a lo que Trapero contestó remitiéndose al ofrecimiento de salida por el teatro.

En su declaración, insistió en que la primera comunicación que recibió sobre el operativo judicial fue a las 8.00 de la mañana y que supo a través de los medios que un registro era en la 'Conselleria' de Economía.

"En ningún momento se nos fue de las manos"

A preguntas del fiscal Carballo, Trapero negó que algún momento la gestión de la concentración se les hubiese ido "de la mano". "¿Si hubiésemos podido planificar hubiese sido mejor? También se lo digo".

"Si hubiésemos tenido la comunicación el día de antes habríamos tenido mucho más espacio, los vehículos policiales en ningún caso hubiesen estado allí y todo hubiese sido más fácil. Decir que se nos fue de las manos no es de justicia a la situación que hubo", añadió.