¿Fin del lobi en Madrid?

icoy1523799 majestic160826180205

icoy1523799 majestic160826180205 / JULIO CARBO

FIDEL MASREAL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

¿Quién puede al mismo tiempo anunciar un enfrentamiento con el probable presidente del Gobierno de España y a renglón seguido ofrecer "una aportación positiva" para "colaborar tanto como podamos con los otros grupos" mediante unas "negociaciones francas y abiertas"? Las frases tienen como autor a Jordi Pujol y la fecha, mayo de 1977. Ya entonces se notaba la marca de la casa de lo que sería en el futuro CiU, el eterno -hasta hoy- grupo parlamentario dispuesto a colaborar con el inquilino de La Moncloa.

El exbanquero -y futuro 'president'- encabezaba entonces el Pacte Democràtic. Que Convergència haya tenido siempre hasta ahora grupo parlamentario se explica en buena medida porque todos, sin excepción, los presidentes del Gobierno y sus partidos han visto en la antingua CiU un posible aliado. Un lobista, sí, pero que no rompía la baraja. Los encargados de interpretar la partitura pujolista fueron, sobre todo, Miquel Roca y Joaquim Molins. El primero trató de ir más allá del pacto y de la periódica obtención de "dividendos" (palabra de Pujol que contribuyó al mal concepto del papel del llamado entonces grupo catalán en Madrid) y propuso que CiU entrara en el Gobierno. Pujol dio portazo a tal pretensión en la batalla interna más sonora de la historia convergente.

TODA LA "LEALTAD" A AZNAR

Por su parte, Molins fue quien elogió la "visión de Estado" de Aznar y le ofreció toda su "lealtad" en la investidura, tras una campaña electoral prometiendo plantar cara al PP. Quedó entonces claro que CiU era capaz de llegar a acuerdos con todos. Lo demostró Pujol al cerrar con José María Aznar y el PP -el partido del 'Pujol enano, habla castellano'- el pacto del Majestic en 1996, con toda la pompa posible, incluido un ágape con las esposas de los actores protagonistas, hoy casi todos fuera de la política o procesados: Macià Alavedra, Rodrigo Rato, Pujol, Aznar... salvo Mariano Rajoy

Xavier Trias Xavier Triassufrió al segundo Aznar, al de la mayoría absoluta.Y por ello niega la tesis de que CiU siempre ha sido bien tratada por el poder estatal. "Yo no me he sentido bien tratado por el Gobierno -recuerda-, sino muy maltratado por el señor Aznar. Fue un maleducado y un 'poca-solta' siempre. Otra cosa es que te ganes un cierto prestigio de persona tranquila, serena. Pero yo diría que no es cierto de que me trataran bien y creo que [Joaquim] Molins diría lo mismo".

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Xavier Trias","position":"EXPORTAVOZ DE CIU EN EL CONGRESO","text":"\"No es cierto que me trataran bien, Aznar fue siempre un maleducado y un poca-solta, otra cosa es que te ganes prestigio de persona tranquila\""}}

La oferta de colaboracion, con SuárezCalvo SoteloGonzálezAznarZapatero Rajoy ha generado siempre las acusaciones de actitud fenicia por parte del principal partido de la oposición... que luego pactaba con CiU. Con el PSOE la implicación fue de menos ('caso Banca Catalana') a más. Roca le votó a González varios persupuestos y apoyó cuestiones tan espinosas como las 'cloacas' de la lucha antiterrorista sin levantar la voz. Logró a cambio la famosa cesión del 15% del IRPF a las autonomías. Seguramente una de las frases más repetidas por todos los portavoces de CiU en estos años -todos hombres, por cierto- ha sido "votaremos afirmativamente como un acto de responsabilidad y de confianza". La pronunció Roca en la investidura de González del 93.

LA APROPIACIÓN DE CATALUNYA

El nombre del grupo parlamentario también es un síntoma de cómo ha ido evolucionando el trato a CiU. De "grupo de las minorías basca y catalana", del 77, a "minoría catalana", pasando por "grupo parlamentario catalán". Un nombre, este último, que irritaba al resto de partidos catalanes. Pasqual Maragall clamó a menudo contra este monopolio del catalanismo, pero no logró nunca que el PSC recuperara grupo propio en Madrid, que había tenido al inicio de la recuperación democrática.

La llegada de Artur Mas al frente de CDC supuso una cierta reinterpretación o puesta al día del papel del grupo de CiU. Del famoso 'peix al cove' al pacto fiscal y advertencias, en el 2011, como que "la intensidad de la colaboración" de CiU en las Cortes pasaba por la aprobación del pacto fiscal. La amenaza duró poco. Pronto se subió a la oleada independentista. En este nuevo escenario, todavía Duran Lleida logró vencer en Catalunya con 16 escaños. Pero con el discurso ya netamente independentista, Francesc Homs se ha quedado en dos ocasiones con 8 escaños, el peor registro.

CAMBIO DE RASANTE

Seguramente se podría dar por rota esta etapa cuando CiU decidió ni participar en la votación de la reforma constitucional 'exprés' pactada por PP y PSOE con la que se prioriza la reducción del déficit antes que la política social. Fue Duran quien capitaneó este plante, pero no porque discrepara de fondo de la política de recortes, sino por no haber sido invitado a las negociaciones.El Govern se dotó de su propia ley de estabilidad presupuestaria.

La pérdida del grupo parlamentario obedece a este batacazo pero no es un hecho aislado, sino que se enmarca en un proceso de deterioro del papel de la antigua CiU. El cambio del 'peix al cove' -el gradualismo moderado pactista- al independentismo ha sido descrito por voces tan autorizadas como Miquel Roca, 17 años al frente de la coalición en Madrid: "Ahora se ha perdido la confianza, cuando tú rompes el espíritu del pacto constitucional, rompes la confianza", afirmaba en una conversación con el expresidente Felipe González publicada en el 2011, cuando el choque identitario iba in crescendo.

LOBISTAS EN LA CARRERA DE SAN JERÓNIMO

Uno de los hechos diferenciales del grupo de CiU ha sido su papel de lobi en defensa de grandes intereses empresariales catalanes y del Estado, en especial durante la etapa de Duran y su fiel escudero Josep Sánchez Llibre, una persona directamente vinculada al mundo de los negocios. Oriol Pujol lo admitió sin tapujos. Y Duran también, con matices: "Sí, defiendo el lobi de la industria farmacéutica, como defendía el del téxtil y lo hago con las pymes, autónomos y el tercer sector social", alegaba.

El caso es que ya le han salido competidores, al PDC, para quedarse el título de lobista en defensa de Catalunya. Lo intenta Ciudadanos -en este caso, obviamente, sin defender cuotas de mayor soberanía-, y ERC discretamente va gestionando las tres victorias que ya ha obtenido frente a CDC -en las europas y las dos elecciones españolas-. El cambio de ciclo, al menos electoral, es un hecho.