Fernández Díaz acusa a la Generalitat de azuzar la hispanofobia

MAYKA NAVARRO / Madrid

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El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha acusado este jueves a la Generalitat de Catalunya a fomentar la "hispanofobia" y citó como ejemplo unas declaraciones del conseller de Cultura, Ferran Mascarell, el día antes de la diada y del asalto que un grupo de radicales de la extrema derecha realizó en el centro cultural Blanquerna de Madrid. Precisamente de ese ataque se habló esta mañana en la comisión de Interior del Congreso, a la que el ministro acudió a petición propia, para detallar lo que ocurrió esa tarde y cual fue la respuesta de la policía nacional. Una respuesta que el titular de Interior calificó de "eficaz" ya que en apenas dos horas, los investigadores ya habían identificado a los doce asaltantes, y en solo 12 horas habían detenido a la mitad, el resto se presentó voluntariamente en la comisaría.

Los portavoces de la oposición, sin embargo, recriminaron al ministro la falta de previsión para organizar un dispositivo de seguridad que hubiera evitado unos actos que todos los grupos de la cámara volvieron a calificar de "lamentables, impresentables y reprobables". Los más duros fueron Ricardo Sixto, de Izquierda Plural, quien aseguró que si la brigada de información no supo detectar que todos los grupos de la extrema derecha se habían unido para realizar un gran acto propagandístico coincidiendo con la celebración de la Diada, "tenemos entonces un grave problema en la brigada de información". También fue duro el diputado socialista catalán, Joan Rangel, que no solo le recordó que él también estaba en la Blanquerna el día del asalto, sino que dada su antigua responsabilidad como Delegado del Gobierno en Catalunya, conoce perfectamente como trabajan los grupos de información de la policía, "y no era difícil interpretar que algo así podía suceder".

El ministro, que acusó a algunos diputados de casi ser videntes, pero a toro pasado, les preguntó si alguno tenía la menor duda de que la policía hubiera organizado un dispositivo de seguridad si hubiera habido la mínima sospecha de que se iba a producir un mínimo incidente. "Les supongo una calidad intelectual suficiente como para entender que si hubiéramos sabido o sospechado que algo iba a suceder, hubieramos actuado de manera preventiva".

Al final, y como era previsible, el debate sobre lo qué ocurrió ese día en el centre cultural Blanquerna del centro de Madrid, deribó en un agrio debate sobre la situación política en Catalunya, y otro sobre otros tipos de violencia radical para los que el ministro exigió la misma repulsa política y social. "Espero que aquí no haya una doble vara de medir", advirtió.

Sobre Catalunya, el diputado de ERC, Joan Tardà, le pidió, en catalán, al ministro que "frene la catalanofobia" que, a su juicio, crece preocupantemente en España. "Está en su mano. Usted, si quiere, puede frenarlos. Y debe hacerlo antes de que sea demasiado tarde, porque estos cachorros del fascismos nos traerán mucho dolor, sangre y muertos". El ministro restó trascendencia a las palabras de Tardà, y pidió que se midan también las declaraciones de los responsables políticos y policiales que fomentan la hispanofóbia. Cito por ejemplo, sin nombrarlo, al comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Jose Luis Trapero, del que dijo que espera "más responsabilidad", y al conseller Mascarell. Y añadió que le hubiera gustado esta misma contundencia y rechazo ante la treintena de asaltos y agresiones que han sufrido en el último año sedes del PP catalán e incluso dirigentes políticos de esa formación. Y sin salir de Catalunya, el ministro se preguntó porque nadie se ha preguntado si los Mossos d'Esquadra actuaron bien si no previeron la quema de banderas españolas, francesas y europeas, junto a un retrato del Rey, el día de la Diada. "Porque esa quema si era previsible, ya que sucede cada año, sin que se produzca una gran repulsa".

Tardà ha vuelto a tomar la palabra para lamentar que se le acuse de no denunciar los ataques a las sedes del PP catalán. Y en un tono muy apasionado ha dicho "Ustedes acaso saben las cosas que me dicen a mi por las calles de Madrid. Son salvajadas, pero nunca las he vinculado a ninguna formación en concreto. Solo faltaría". Y después ha desvelado que hoy mismo ha solicitado ayuda al presidente del Congreso, Jesús Posada, después de que el diario La Razón haya publicado que retiró una bandera española de una sala del Congreso. Y mirando a todos sus compañeros ha preguntado "¿ustedes, que me conocen hace años, se imaginan que yo pueda hacer algo así? Por favor, digan algo, soy compañero de ustedes...".