EL IMPACTO DEL 155

Exteriors no colabora con el Gobierno central para desmontar el Diplocat

El ministro Dastis envía a un embajador a deshacer el entramado diplomático del 'procés' ante la "pasividad" de los altos cargos de Exteriors

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Pilar Santos

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Mariano Rajoy dijo el miércoles en el Congreso que se felicitaba por la aplicación del artículo 155 y por la actitud colaboradora de los funcionarios. En líneas generales es así, según fuentes gubernamentales, aunque hay una 'conselleria' en la que el Ejecutivo se ha encontrado problemas concretos: la de Afers i Relacions Institucionals i Exteriors i Transparència.  

Con Raül Romeva cesado y en prisión, se ha quedado al frente el secretario general, Aleix Villatoro, que cuenta también con el apoyo de Jordi Foz, en la secretaría de Transparència. Tanto Villatoro como Foz, según fuentes del Ejecutivo central, mantuvieron una actitud de "pasividad" los primeros días de la intervención para ejecutar las órdenes que la Moncloa ya había dado, al amparo del 155. Entre otras, la supresión del Consell de Diplomàcia Pública de Catalunya (Diplocat) y también el cierre de las delegaciones en el exterior, las llamadas 'embajadas catalanas'. El Diplocat nació en junio del 2013 con un doble objetivo: reforzar la "marca Catalunya" para salir de la crisis y explicar en el extranjero que sus ciudadanos quieren decidir su futuro de manera "libre, pacífica y democrática".

Ante las dificultades que los altos cargos de Exteriors alegaban para "desmontar" esos órganos, el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, decidió mandar este martes al embajador Juan Fernández Trigo y a dos funcionarios (uno de ellos experto en presupuestos) para analizar "las decenas de contratos" con los que Villatoro y Foz se veían "incapaces" de bregar por su "complejidad" y ayudar a reorganizar el departamento. Fuentes diplomáticas consideran que pese a las reticiencias, "el desmantelamiento" del Diplocat será una realidad antes de las elecciones autonómicas del 21-D.

Golpe al brazo diplomático

Entre las primeras medidas que Rajoy aprobó para desplegar el 155 y junto al cese de todo el Gobierno catalán, el presidente incluyó la supresión del Diplocat y también la de las delegaciones de la Generalitat en FranciaReino UnidoAlemaniaEEUUAustria, ItaliaMarruecosVaticanoPortugalDinamarcaPolonia Croacia. También se aprobó la destitución de los delegados en Madrid (Ferran Mascarell) y ante la Unión Europea (Amadeu Altafaj), aunque esas dos delegaciones se mantienen abiertas. En el caso de la de Bruselas, además, el Gobierno central está satisfecho con el trabajo realizado estos días allí y señala la importancia de que Carles Puigdemont no haya aparecido por las instalaciones, pese a su estancia en la capital belga. 

La voluntad de la Moncloa es, según fuentes diplomáticas, aprovechar "todo lo que se pueda de la estructura" de la Generalitat en el extranjero para acometer objetivos "legales" que tienen todas las comunidades autónomas, como la promoción del comercio exterior.