EL DEBATE DE LA FINANCIACIÓN

Euskadi y Navarra, de la mano en la defensa del concierto

Uxue Barkos e Iñigo Urkullu, reunidos en Pamplona el pasado 25 de septiembre.

Uxue Barkos e Iñigo Urkullu, reunidos en Pamplona el pasado 25 de septiembre.

AITOR UBARRETXENA / SAN SEBASTIÁN

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Los gobiernos vasco y navarro han activado todas las alarmas ante lo que consideran "una campaña de ataques" contra su régimen fiscal. Las declaraciones de la presidenta de Andalucía, Susana Díazque insistió ayer en "modular el cupo vasco" en busca de una mayor "solidaridad e igualdad", volvieron a despertar airadas reacciones de los dirigentes vascos. Y en total sintonía, la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, anunció que buscará el apoyo de todo el arco parlamentario y creará un "frente común" con Euskadi para defender el concierto económico.

Horas después de las declaraciones de Díaz, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, instó a los máximos responsables del PSOE a "aclarar" si la posición de la presidenta andaluza tiene "un amplio respaldo" en el partido, como ella había afirmado. Y añadió que en el reciente encuentro entre Pedro Sánchez y el lendakari, Iñigo Urkullu, se abordaron estas cuestiones, "sin que en ningún momento el secretario general del PSOE manifestara que su posición fuera esa".

Urkullu denunció ayer la "campaña institucional y política" que pretende cuestionar el concierto económico y afirmó que su gobierno no va a permitir una "modificación unilateral" de este sistema. Aún más contundente fue el secretario de la ejecutiva del PNV, Koldo Mediavilla, quien expresó que el cupo "es el último punto de soldadura que nos une al Estado español", por lo que si se rompe, "quedamos libres todos".

Los peneuvistas defienden que el modelo es solidario, al considerar que Euskadi paga a España, por las transferencias no transferidas, más dinero del que correspondería por su población o su PIB.

Idéntica toma de posición se produjo en Navarra. Barkos recordó que el convenio es fruto de un pacto con el Estado, y negó que fuera un sistema basado en la insolidaridad. En datos, apuntó que desde el 2008 la cuantía que su comunidad aporta al Estado ha pasado, a pesar de la crisis, de 490 millones de euros al año a 590, cifra que representa el 18% de los presupuestos de la comunidad.

PSN Y PSE, EN CONTRA

La polémica, que ha ido creciendo desde que Pedro Sánchez planteara hace una semana "modificar y actualizar" el cupo, ha descolocado a los socialistas vascos y navarros, que temen que esta polémica empeore sus expectativas electorales, ya de por sí complicadas. La secretaria general del PSE, Idoia Mendia, se desmarcó de Díaz al afirmar que el sistema no supone ningún privilegio, aunque se mostró de acuerdo en revisarlo. Mendia recalcó que es un modelo de riesgo, porque obliga a pagar una cantidad fija al margen de lo que se recaude. También los socialistas navarros defienden el convenio. La secretaria general del PSN, María Chivite, lo considera como "una expresión del autogobierno" y un sistema "solidario".

Incluso el PP vasco salió en defensa del concierto. Su secretaria general, Nerea Llanos, acusó al PSOE de pretender "centralizar España" y alertó de que la propuesta de un Estado federal convertiría a Euskadi en "una comunidad autónoma" privada del régimen foral "que actualmente le reconoce la Constitución".

El presidente de CiudadanosAlbert Rivera, se alineó con las tesis de Díaz y defendió "unificar el sistema de financiación", y consideró que no es posible decir "no al cupo en Catalunya pero aceptarlo en el País Vasco", ya que, en su opinión, los privilegios "no se copian, se eliminan".