España estrena año asediada por las dudas

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, y el socialista Pedro Sánchez, el pasado 23 de diciembre, en La Moncloa.

El presidente en funciones, Mariano Rajoy, y el socialista Pedro Sánchez, el pasado 23 de diciembre, en La Moncloa. / periodico

GEMMA ROBLES / MADRID

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Esta España que acaba de someterse a un chequeo en las urnas estrena un 2016 acosada por las dudas. Desconoce quién será su presidente del Gobierno en la legislatura que se estrena oficialmente en Cortes el 13 de enero, si es que dicha legislatura no se limita a un puñado de votaciones parlamentarias y la repetición de elecciones generales. Qué podría ser.  Esta España no sabe si el todavía por unos meses jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, tiene futuroMariano Rajoy en política como presidente reelegido, como líder de la oposición, como candidato del PP para otros inminentes comicios o como '“jarrón chino'”, el término con el que el expresidente Felipe González califica a los que como él fueron alguna vez inquilinos de La Moncloa.

Rajoy estrena año seguramente estresado. Motivos no le faltan. Es el ganador de las últimas elecciones,ganador de las últimas elecciones con 33 escaños de diferencia sobre el segundo, pero con escasísimas posibilidades de lograr la investidura. La mayoría absoluta que logró en el 2011 y la forma que eligió para hacer uso de ella no le ha ayudado a hacer (o mantener) muchos aliados en política. Él lo seguirá intentado durante los primeros meses de 2016. Busca una mayoría parlamentaria amplia junto a PSOE y Ciudadanos mayoría parlamentaria amplia junto a PSOE y Ciudadanosy está dispuesto a acompañarse de socialistas y miembros de C`s  en su nuevo gobierno, siempre que le permitan a él permanecer en la presidencia.

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La jugada es complicada. El PSOE se ha comprometido ya públicamente y por escrito a votar ‘'no'’ a cualquier intento de investidura del propio Rajoy o de otro popular que decidiera probar suerte si su jefe da un paso atrás en el último momento. Pero en el patio socialista tampoco se respira tranquilidad en los inicios del año. Su líder, Pedro Sánchez, parece debatirse entre lo malo y lo peor, una vez que los principales barones de su partido, con la todopoderosa Susana Díaz a la cabeza, le han prohibido siquiera sentarse a negociar con Pablo Iglesias, de Podemos (68 parlamentarios detrás), si éste antes no renuncia expresamente a su demanda de convocar un referéndum en Catalunya.

CÓNCLAVE SOCIALISTA A LA VISTA

España, por tanto, también alberga dudas sobre cuál será el destino de Sánchez, aquel al que, después de Rajoy, ha confiado más votos. Él pretende mantener el tipo y aguardar su turno para intentar un gobierno alternativo si el PP fracasa en su(s) intento(s). Con sus 90 escaños en el bolsillo –un resultado digno en un contexto convulso, según el secretario general del PSOE; muy malo según muchos de sus compañeros y el peor de la historia reciente del socialismo, según datos oficiales-, trata de aferrarse al sillón. Incluso, dar el salto a la bancada azul del hemiciclo. Esto es, la gubernamental.

¿Posibilidades de éxito? Prácticamente nulas, dado que el comité federal de su partido ha aprobado un documento con el que le ata las manos a la hora de pactar con independentistas o una organización morada proclive a consultar a los catalanes. Y la aritmética parlamentaria es tozuda.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"El d\u00eda 11\u00a0comienza uno de los juicios","text":"\u00a0m\u00e1s esperados, el del 'caso Noos', y en unos meses se celebrar\u00e1 el de la 'trama G\u00fcrtel'"}}

A  eso hay que sumar que Sánchez ha querido asegurarse ya que en caso de repetición de elecciones volverá a ser candidato. Por eso ha anunciado que retrasa el congreso del PSOE que había de celebrarse a principios de año. Pero varias federaciones socialistas rechazan su estrategia. De nuevo, con Susana Díaz al frente de quién, por cierto, también España ignora si quiere seguir siendo presidenta de Andalucía o, como sospecha buena parte de su organización y del mundo político en general, aspira a dar el salto a la política nacional.

CATALUNYA Y PANORAMA INTERNACIONAL

Con tanta duda sobre la mesa, resulta difícil augurar qué tipo de políticas y noticias predominarán en el 2016. Por el momento, hay dos importantes juicios a la vista -el del 'caso Noos', que afecta a la infanta Cristina y a Iñaki Urdangarín y el de la 'trama Gürtel'-; un grupo de refugiados esperando a que se les abra las puertas y una petición desde Francia al caer para colaborar más en la lucha contra el DAESH. Además, hay unos presupuestos aprobados y un aviso pendiente de las autoridades europeas de que esas cuentas, elaboradas por Rajoy, tendrán que sufrir una poda de 10.000 millones para cumplir los estándares de la UE.

Catalunya y el nivel que pueda alcanzar el desafío independentista es hoy por hoy otra gran incógnita a despejar. Las doce campanadas llegarán con Artur Mas en funciones al frente del Govern y con serias dudas sobre su renovación o no en el cargo. ¿Elecciones?. Hay que preguntarle a la CUP. ¿Intento de secesión desde las instituciones?. De momento, no hay a quién plantearle la cuestión.