La encrucijada nacionalista

Espadaler se ofrece por primera vez para ser el candidato de Unió

PILAR GARCÍA
BARCELONA

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El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, dejó clara ayer su predisposición para ser el cabeza de lista de su partido el 27-S, los primeros comicios a los que los democristianos concurrirán en solitario. Tras el fin de su histórica alianza con CDC, Unió engrasa la maquinaria electoral y se presenta como la candidatura ideal para quienes se sienten «huérfanos» de representación. Una opción que Espadaler quiso desvincular del unionismo, marcando distancias con el PP, Ciutadans y «en algunos aspectos» el PSC, y que defiende, dijo, la plena soberanía «pero con un punto de moderación».

Por primera vez Espadaler se postuló como candidato en esta nueva etapa de Unió, que el sábado pasado en el consejo nacional aprobó con el 70% de los votos presentarse por su cuenta a las elecciones catalanas, que sus exsocios plantean como plebiscitarias. «Me siento muy cómodo con nuestra propuesta electoral y me pongo a disposición del partido», reveló el dirigente, que espera contar con el apoyo de sus compañeros para ser el primer cartel electoral de Unió.

Espadaler avisó, además, a los críticos de Unió, sobre la posibilidad de que se integren en la lista del president Artur Mas, de su «deslealtad» si desobedecen los acuerdos del consejo nacional. Como ya hizo el sábado, avisó de que sería «inconcebible» que los miembros del partido afines a la hoja de ruta independentista de CDC, pactada con ERC, la ANC y Òmnium, se sumaran a la candidatura de Mas. «Sería una deslealtad profunda», advirtió ayer, y «una falta de respeto» a los electores que Unió jugara a dos candidaturas.

El secretario general democristiano, que dejó entrever que, si esa circunstancia se acaba dando, los críticos podrían ser expedientados, intentó disuadirles instándoles indirectamente a hacer «un ejercicio de coherencia» como Joan Rigol, que ha abandonado el partido. Una decisión que, dijo, «honra» al expresidente del Parlament.

CONVENCIÓN PROGRAMÁTICA / Una vez digerido el divorcio de CDC, es momento, subrayó, de que Unió se ponga «manos a la obra» con su proyecto propio, por lo que el próximo lunes el comité de gobierno empezará a trabajar en el 27-S. El partido planea una convención para el 18 y 19 de julio -el fin de semana en que CDC abordará su refundación- en la que empezar a definir su programa electoral. Unió tiene la ocasión, dijo, de hacer propuestas más acordes con su «inspiración socialcristiana».

Espadaler afirmó que la plataforma Construïm no tendrá ningún papel en la candidatura porque Unió «no esconde sus siglas», aunque «la tendencia es a la inversa», dijo en alusión a Convergència y Esquerra.

Sobre el nuevo Govern, el exconseller de Interior expresó «respeto» a las decisiones del president.