ERC opone su programa a la presión de CiU para la lista única

Oriol Junqueras presentó este miércoles su plan de diques de contención ante la ofensiva de CiU y su entorno para que acepte integrarse en una lista conjunta en unas eventuales elecciones anticipadas al Parlament. Rodeado de personalidades de varios ámbitos, como Lluís Llach, Juanjo Puigcorbé y el expresidente de la Diputación de Barcelona con el PSC Antoni Dalmau, entre otros, el líder de ERC presentó su hoja de ruta para la independencia, un conglomerado de propuestas programáticas en las que destacan aquellas que hacen hincapié en lo que le separa de CiU: el ejercicio inmediato de la independencia, la lucha contra la corrupción y el impulso de medidas económicas de marcado tono progresista dirigidas a alcanzar una plena justicia social.

El acto republicano puso broche a una jornada de alta exposición mediática, sesión parlamentaria incluida, en la que ERC, y su líder, evitaron la colisión frontal con Artur Mas, conscientes del 'momentum', el impulso en su popularidad, en que se halla el 'president' tras el 9-N.

El guion republicano -que se abre a la sociedad para que se adhiera quien quiera hacerlo- se articula sobre cuatro puntos. Unas elecciones inmediatas, que ellos llaman "constituyentes"; la formación de un Govern de concentración que declare la independencia y empiece a ejercer como Ejecutivo de un Estado independiente; tras tener a punto las estructuras necesarias, como la Hacienda y la Seguridad Social, se procedería a escribir y aprobar una Constitucion, y el cuarto punto es una somera descripción de cómo quiere ERC que sea esa eventual república catalana. Y por lo leído, la desea bastante progresista.

CALADERO DE VOTOS

No es solo la voluntad de alejarse de las 'garras' de CiU la que mueve a ERC a dirigir la mirada a la izquierda. El ejemplo de Podemos y de movimientos similares no ha pasado deapercibido a los republicanos, que creen que el caladero de votos se halla, precisamente, en este sesgo ideológico. Así, además de lo ya dicho, expresiones como "lucha contra los oligopolios" y "economía cooperativa" aparecen en la hoja de ruta presentada este miércoles. En oración condicional, y en la voz de un alto cargo de Esquerra, "si hay lista con CiU, un 10% de los votos se nos van a Podemos o similares".

También Junqueras se refirió a las condiciones para ir de la mano de la federación. "Primero hay que llegar a un acuerdo programático", afirmó el líder de ERC. "Una vez establecido esto, seguro que se halla la forma de optimizar los diputados que se obtengan", sentenció, antes de insistir en que la unidad "debe de pasar" por un programa común. Es decir, si CiU quisiera ir con ERC debería aceptar "elecciones inmediatas, el ejercicio pronto de la independencia y un Govern de concentración". Visto el talante ideológico de CiU, su voluntad de no andarse con prisas y sus obvios problemas con la justicia (sede embargada, padre fundador evasor confeso y exsecretario general imputado), más que puentes, Esquerra construye diques de contención. Como Holanda.