ERC obtiene la consulta para el 2014

Oriol Junqueras, a bordo de un coche en la plaza de Sant Jaume, tras la reunión con Mas.

Oriol Junqueras, a bordo de un coche en la plaza de Sant Jaume, tras la reunión con Mas.

XABIER BARRENA / FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Oriol Junqueras se salió con la suya. Hay fecha para la consulta, su objetivo prioritario en las negociaciones con CiU para forjar un pacto de gobernabilidad, y algo a lo que se había resistido la federación. Será en el 2014, como prometían los republicanos en su campaña electoral. La novedad, lo que permitió ayer el acuerdo, fue la creación de una vía de escape, de demora del referendo, en caso de que el contexto «político y socioeconómico» lo requiera. Pero para abrir esa puerta no bastará la llave de Mas. Será imprescindible, también, la de Junqueras. El premio para ERC, no obstante, no acaba ahí. El acuerdo permite que Mas encare con cierta tranquilidad la discusión presupuestaria para el 2013, pues el capítulo económico y fiscal, a falta de algún fleco -singularmente la fórmula de recuperación del impuesto de sucesiones- está también listo para la firma. A cambio, CiU emprende un claro giro en política fiscal. Ayer mismo, antes incluso de que los dos líderes cerraran el acuerdo en el Palau de la Generalitat, el Govern aprobó por decreto un impuesto sobre los depósitos bancarios con el que trata de ganarle la mano al Gobierno de Mariano Rajoy, quien impuso un tipo al 0% a estos fondos con el objetivo de bloquear, precisamente, los movimientos económicos del futuro Ejecutivo catalán.

Fue el propio Junqueras quien hizo el anuncio de fumata blanca a la salida de su reunión con Mas. Eran las 19.25 horas cuando el republicano sancionó, ante una nube de periodistas y una decena de curiosos, que había «un acuerdo en términos globales» y «total» en cuanto a la consulta. Más allá del referendo, Junqueras afirmó que el Govern que Mas formará presumiblemente a partir del lunes, cuando tome posesión tras ser investido el viernes, «será estable y fuerte, que es lo que necesita Catalunya» en estos momentos. El líder de Esquerra habló en términos de satisfacción, pero también de preocupación porque muchos catalanes, añadió, viven una situación «muy grave». A pie de calle, ya pudo comprobar la enorme dificultad de esta nueva legislatura, con los gritos contra los recortes de algún ciudadano allí presente.

En el bando convergente, los más soberanistas desataron ayer su satisfacción en las redes sociales y bautizaron lo sucedido como «el pacte per la llibertat».

UNIÓ, INDIGNADA / Una alegría no exenta de nervios y tensión en los últimos días. Eran muchos los que no entendían del todo el empecinamiento de Mas por cerrarse en banda al año 2014 como fecha para la celebración de la consulta soberanista. Además, Unió montó ayer en cólera por las formas y el fondo del acuerdo. Siete de los 20 miembros de la dirección democristiana se abstuvieron en una votación sobre el acuerdo. Y el partido de Josep Antoni Duran Lleida trató de seguir negociando enmiendas a lo pactado en el área de la fiscalidad porque, según advirtió el líder democristiano, afectan a las «clases medias». Una vez más, sin embargo, UDC ha ido a remolque de los acontecimientos.

Y es que si algo resume la actuación de CiU durante la negociación ha sido el hacer de la necesidad virtud. El portavoz del Govern, Francesc Homs, negó cambio alguno en política económica. «Hacemos lo que hemos venido haciendo, procurar que los esfuerzos estén repartidos lo más equitativamente posible», afirmó. Lo cierto es que nunca como ahora CiU había aceptado un paquete de ingresos por valor de 1.000 millones de euros. Por el tributo sobre los depósitos bancarios, sea por recaudación o sea por compensación del Gobierno, se esperan entre 500 y 600 millones, a partir del año de entrada en vigor.

UN PAQUETE DE INGRESOS / Por el impuesto de sucesiones, que se asemejaría a tal y como lo dejó el tripartito, unos 150 millones. En cuanto se adecúe el impuesto de transmisiones patrimoniales a la subida del IVA del pasado septiembre, la Generalitat recolectará otros 100 millones.

La reducción del mínimo exento del impuesto de patrimonio, de los 700.000 euros actuales a los 500.000 que se prevén, permitirá recaudar 55 millones de euros más, a la espera de que también se eleven los tipos impositivos. Por el aumento del tributo a las grandes superficies, 25 millones, y 100 más por la tasa a las centrales nucleares.

Por el impuesto a las distribuidoras de bebidas con alto contenido en azúcar, por su dañino efecto sobre la salud (una propuesta hecha, curiosamente por CiU), se prevé ingresar 22 millones más, a razón de 0,075 céntimos el litro.

Respecto a los flecos pendientes, el presidente del primer partido de la oposición se mostró «convencido» de que esta misma mañana serán resueltos, antes del acto solemne de firma del acuerdo que está previsto que tendrá lugar en el Parlament a mediodía.

Este será el acto que ponga fin a 15 días de negociaciones y que vivió su momento más tenso el pasado viernes, en la primera cumbre entre Mas y Junqueras, que acabó sin acuerdo. Fue entonces cuando el desánimo cundió entre las filas republicanas (uno de los negociadores calificó de «fracaso» lo sucedido).

En ese momento, el secretario general de CDC, Oriol Pujol, se puso en contacto con los líderes de ERC para hacerles llegar el mensaje de que no desesperaran, y dejó caer que la posición del president en funciones probablemente se movería en las siguientes horas. Tras trabajar arduamente el lunes y el martes hasta mediodía, los equipos B, formados por el propio Pujol y el portavoz Homs, por los convergentes, y Marta Rovira, por el bando republicano, dejaron el acuerdo, por fin, a punto de caramelo.

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