CAMBIO EN LA ALCALDÍA

ERC lamenta que la sociovergencia de Girona se haya pactado desde Barcelona

MARIA MERCE ROCA

MARIA MERCE ROCA / periodico

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

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El grupo municipal de ERC sospecha que han sido las cúpulas de CDC y el PSC las que han gestado el pacto en Girona "porque les interesa tener un gobierno con mayoría que garantice la estabilidad". Tres de los concejales del partido han explicado este miércoles que desde Barcelona se les informó de que la dirección de Convergència “estaba nerviosa” porque quería cerrar un acuerdo lo antes posible. “Es posible que hayan presionado. Nada hacía prever que se produjera un acercamiento de CiU con los socialistas”, han afirmado. Por el contrario, han asegurado que, en su caso, siempre han contado con plena libertad a la hora de decidir con quién deben pactar. "Es otra cultura política", han declarado.

La denuncia de estas ingerencias coincide con la versión que publicó el martes este diario, facilitada por fuentes conocedoras de las negociaciones, que revelaron que el miércoles de la semana pasada el propio ‘president’, Carles Puigdemont, se reunió con el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, para pedirle que le echara una mano en el callejón sin salida en el que se había convertido la gobernabilidad de Girona tras su marcha debido a la cadena de errores y despropósitos protagonizados por su sucesor, Albert Ballesta, que el martes anunció su renuncia al cargo.

CRUCE DE REPROCHES

Maria Mercè Roca, la líder del grupo municipal de los republicanos, junto con los concejales Martí Terés y Pere Albertí, han rebatido este miércoles las acusaciones y reproches que lanzó  Ballesta en la comparecencia en la que informó de su decisión de abandonar el cargo (en la que no permitió preguntas). El alcalde saliente les acusó de haberle "erosionado" por intereses partidistas, que calificó de "innobles" e "irresponsables".

Los republicanos han respondido a estas críticas alegando que, en realidad, “la deslealtad” la ha cometido el propio Ballesta, que pactó con el PSC mientras aún estaba negociando con ellos, sin haberse molestado siquiera a llamarles por teléfono para avisarles de que daba por rotas las conversaciones.

Roca ha insistido en que las declaraciones de Ballesta (en las que también les culpó de haber boicoteado cualquier acuerdo con CiU) fueron “muy desafortunadas”, porque cometió el error de personificar todo el tira y afloja de las negociaciones. “El tono nos ha dolido. Nosotros no nos sentimos atacados personalmente, fue una negociación política, no personal. Se equivoca llevándolo a este terreno”, ha manifestado.

MODELO DE CIUDAD

Los republicanos han reconocido que desde el principio calificaron de “fraude democrático” la operación “rocambolesca” que llevó a Ballesta a la alcaldía y han recordado que cuando Puigdemont dejó el gobierno municipal ya consideraron que Marta Madrenas (que será la nueva alcaldesa) era “una buena candidata”.

ERC ha asegurado que ellos se negaban a que el acuerdo de gobierno con CiU fuera un simple reparto de concejalías entre ambas formaciones como pretendía Ballesta. "Antes de hablar del reparto de áreas queríamos acordar un modelo de ciudad", ha insistido Roca. "Nosotros no queríamos entregarles un cheque en blanco, como ha hecho el PSC", han añadido.