LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

ERC fuerza ahora a Mas a comparecer en la 'comisión Pujol'

Artur Mas, ayer, durante la reunión de la ejecutiva de CiU que tuvo lugar en la sede de Unió.

Artur Mas, ayer, durante la reunión de la ejecutiva de CiU que tuvo lugar en la sede de Unió.

FIDEL MASREAL / RAFA JULVE / BARCELONA

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Quizá a Artur Mas los ocho meses de margen que ha decretado antes de ir a las urnas se le acabarán haciendo largos. Ayer, tras nuevas evidencias en la instrucción del 'caso ITV', que afecta al exsecretario general de CDC Oriol Pujol, ERC, socio de gobernabilidad de CiU, cambió de opinión y decidió sumarse al resto de grupos de la oposición para obligar al 'president' a comparecer en la comisión de investigación del 'caso Pujol'. Una decisión que los republicanos anunciaron pocos minutos después de presentar junto con CiU un pacto presupuestario, lo que enojó notablemente a Convergència.

«Está claro cuál es el adversario de ERC», se lamentó un miembro de la cúpula convergente que cree que los republicanos están haciendo el juego a la estrategia del PPC y Ciutadans. «Presionan más al president que a Luis Bárcenas o Alicia Sánchez-Camacho», espetó. «Ustedes han empezado su campaña electoral y eso pasa por intentar desgastar al president», recriminó la diputada Meritxell Borràs a todos los partidos pero a uno, Esquerra, en particular.

Los republicanos, por su parte, recordaron que han vetado hasta cuatro veces la presencia de Mas en la comisión y que en ningún momento el 'president' ha hecho ademán de pedir comparecer ante la de Afers Institucionals. «¿Cuántas veces tenemos que votar en contra de nuestra voluntad para que no se enfade?», se preguntó una fuente republicana.

«DE BUENA FE»

La cuestión es que las nuevas pruebas de la instrucción judicial del 'caso ITV' sacudieron la jornada. Las conversaciones de Oriol Pujol con el empresario Sergi Alsina en las que le garantiza gestiones para que pueda entrevistarse con Mas dieron de nuevo relieve a la actuación del exnúmero dos convergente, imputado por cobrar presuntamente a cambio de gestiones de este tipo. «Si quieren hablar de las ITV que pidan la comparecencia del 'exconseller' Josep Huguet [de ERC]», afirmaron los convergentes, que después solicitaron esa comparecencia.

Ayer fue el día en el que CDC y Mas soltaron lastre respecto a Oriol Pujol. Mas defendió que en sus entrevistas con empresarios actúa siempre «para salvar una empresa» y «de buena fe». Y añadió las palabras clave: «Otra cosa es si después ello se utiliza a nivel particular por parte de otros». Es decir, si alguien saca tajada por hacer de intermediario, que es la acusación que recae sobre el hijo de Jordi Pujol. En un almuerzo informativo organizado por 'El Punt Avui', el líder de CiU defendió su buena fe en los «centenares» de contactos similares con empresarios.

La estrategia de CDC está clara. Atrás queda la imagen de la primera comparecencia judicial de Oriol Pujol, arropado por toda la cúpula convergente. Atrás quedan 18 meses en los que Lluís Corominas y Josep Rull asumían temporalmente el cargo del hijo del 'expresident' e insistían en su convencimiento de que era inocente y regresaría al puesto cuando fuera exculpado.

El caso es que, finalmente, tuvo que ser el mismo Oriol Pujol quien, pocos días antes de la confesión de su padre de ser un evasor fiscal, renunciara definitivamente a todos sus cargos. Nadie le empujó a hacerlo, porque, según cuentan en el partido, no era entonces nada fácil decidir soltar el lastre de un apellido tan fundamental en CDC como es el de Pujol. Ayer, sí. Ayer Corominas fue claro en la rueda de prensa posterior a la ejecutiva del partido: «Si hay alguien que a nivel privado no hace las cosas como se tendrían que hacer, para eso están los juzgados».

CUATRO VETOS

Lo que no hizo Corominas fue dar un paso más y anunciar la comparecencia del 'president'. Se limitó a apuntar que esa posibilidad no se había tratado en la reunión y que CiU decidiría en los próximos días. Pero no hubo tiempo porque ERC se adelantó en la nueva sesión de la 'comisión Pujol'. Allí, los republicanos, representados por Oriol Amorós, cambiaron de criterio tras haber salvado cuatro veces a Mas. Lo hicieron el mismo día en que rubricaban su apoyo a las cuentas del 2015, dos hechos que Esquerra negó que guarden relación alguna.

El partido de Oriol Junqueras argüía hasta ayer que, dado su rango, el dirigente nacionalista debía comparecer en la comisión de Afers Institucionals, pero finalmente ha optado por solicitar su presencia en la 'comisión Pujol'. La respuesta de Mas siempre ha sido que estaba dispuesto a comparecer si el Parlament lo pedía y que no tenía inconveniente alguno. Ahora tendrá ocasión de demostrar su tesis: que todos los casos en trámite judicial pertenecen al pasado y que su Govern está limpio.