ERC y CDC impiden que Pujol deje de ser hijo adoptivo de Premià de Dalt

Jordi Pujol sigue siendo hijo adoptivo de Premià de Dalt gracias a Esquerra y CDC. Los votos de convergente y republicanos, que gobiernan en este municipio del Maresme, impidieron que el pleno municipal debatiera el pasado 8 de febrero una moción que planteaba el grupo municipal Crida Premià de Dalt-CUP-Poble Actiu. La formación antisistema quería estudiar la retirada de honores y distinciones otorgados al 'expresident' de la Generalitat como, por ejemplo, la plaza que lleva su nombre.

No es la primera vez que se aborda este asunto en Premià de Dalt. A finales del 2014 ya se planteó en el consistorio y, en aquella ocasión, ERC votó en contra de mantener los honores que se le dieron en 1997 a Pujol, que tiene casa en esta población. CDC defendió entonces que una decisión de este tipo solo se realizaría una vez hubiera sentencia firme. El mismo argumento que los convergentes han utilizado en esta ocasión y que ha tenido el respaldo, esta vez, de los dos concejales republicanos, que si hubieran votado con el resto de la oposición habrían decantado la balanza. Desde la CUP se considera que la situación ha cambiado mucho desde la carta de confesión de Pujol. Desde entonces el 'exmolt honorable' (trato honorífico al que renunció) solo ha recibido reveses legales, el último la imputación de la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales.

CAÍDO DEL PEDESTAL

Además del título de hijo adoptivo de Premià de Dalt (1997) y el nombre de una plaza (2006), Pujol tenía desde el 2011 una estatua en su honor que unos desconocidos hicieron caer del pedestal el 30 de septiembre del 2014, dos meses después de que reconociera en una carta que tenía una fortuna en el extranjero, cuyo origen no ha podido todavía acreditar. Pese a que técnicos del ayuntamiento intentado reponer la estatua sobre su pedestal, finalmente la operación no ha sido posible por motivos de seguridad y finalmente la estatua de Pujol tuvo que ser retirada. En el pleno de noviembre del 2014 se acordó no reponerla hasta que no hubiera una decisión judicial en firme.