ERC afianza su triunfo electoral y Podemos lastra a ICV y Ciutadans

Para entender el porqué del empeño de Artur Mas en la candidatura conjunta con ERC basta con observar los datos que ayer mostró el sondeo oficial de la Generalitat. Los republicanos mantienen una cómoda ventaja de cuatro puntos sobre la federación nacionalista, lo que se traduciría en una diferencia de seis diputados a favor de Oriol Junqueras. El trasvase es una vez más evidente: los 18 escaños que cede CiU, que pasaría de 50 a 32 o 33, son los mismos que sube Esquerra, que pasaría de 21 a 38 o 39. Es decir, la eventual lista unitaria otorgaría tan solo un escaño más que los 71 que suman actualmente, pero salvaría al president de la primera derrota de CiU en unas autonómicas.

La encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), elaborada del 29 de septiembre al 23 de octubre y difundida una semana antes del 9-N, deja un sabor agridulce para el bloque soberanista. Dulce porque lograría los simbólicos 90 diputados (dos tercios del Parlament), pero agrio porque la suma de los partidos que abogan por declarar la independencia de forma unilateral (ERC y CUP) se quedarían a 20 escaños de la mayoría absoluta. La CUP es la otra fuerza soberanista que crecería en la Cámara catalana, multiplicando por tres sus representantes (de 3 a 8 o 9 diputados), ya que ICV-EUiA paga una factura muy alta por sus titubeos en la cuestión independentista y podría retroceder hasta cinco escaños (de 13 a 8 o 9).

El principal responsable de la sangría ecosocialista se llama Podemos. La marca de Pablo Iglesias, que todavía no ha decidido si se presentará a las elecciones autonómicas, se plantaría en la Cámara catalana con 10 u 11 diputados. Prueba de la transversalidad de su voto, que se nutre de la indignación con el funcionamiento del sistema y los partidos tradicionales, es que Podemos lacera tanto al frente soberanista como al bloque antiindependentista. Así, el partido lila arrebata el mismo porcentaje de votos (12%) a tres partidos: ICV-EUiA, el PSC y Ciutadans.

FRENAZO DE CIUTADANS / Además de Iniciativa, la peor parte de este triple trasvase se la lleva el partido de Albert Rivera, al que hace seis meses el CEO le auguraba un crecimiento de seis diputados que ahora se esfuma y queda estancado en 9 escaños. En el caso del PSC, también sufriría un nuevo descalabro a cuenta de Podemos y pasaría de 20 a 14 o 16 parlamentarios, pero con la diferencia de que los socialistas ya se movían en la misma horquilla en el sondeo anterior. Con ello, el PSC resistiría como tercera fuerza, igual que el PP aguantaría en cuarto lugar pese a una fuerte caída: de 19 a 11 o 13 escaños.

El buen momento de ERC le llevaría a apuntarse un nuevo hito: ganar las elecciones generales en Catalunya. Lo haría con 12 o 13 escaños (hoy tiene 3), mientras que CiU pasaría de 16 a 10 o 12 diputados. A este vuelco contribuye la imagen del líder de los republicanos en el Congreso, Alfred Bosch, que se convierte en el político mejor valorado (5,63). Le siguen David Fernàndez (5,58), diputado de la CUP, y Junqueras (5,53).

A una semana para el sucedáneo de consulta del 9-N, el independentismo sigue musculado y el sí-sí se impondría con claridad en la doble pregunta y quedaría a las puertas de la mayoría absoluta. El 49,4% de los catalanes apoyarían la secesión, lo que representa dos puntos más que hace seis meses. Mayor es la crecida de los partidarios del sí-no, opción que abre la puerta a la vía federalista y que ha ganado cuatro puntos en medio año y llega al 12,6%. Sin embargo, la mayoría de detractores de la secesión se decantan por el statu quo autonómico: un 19,7% votaría no a la primera pregunta del 9-N.

Esta última es la opción de la mayor parte de votantes del PPC, Ciutadans y PSC, donde solo uno de cada 10 votantes abogan por el sí-no, y solo uno de cada cuatro seguiría la vía federal que propugna su cúpula. En ICV sucede al revés: la mayoría de su electorado apuesta por el federalismo, pero el 'sí-sí' se impone al 'sí-no', una opción que solo es mayoritaria entre los votantes de Podemos.