Xavier Domènech: "El 'procés' no avanza ni un milímetro desde el 2012"

¿Qué ha pasado? Buena pregunta... Hay muchos factores. Si funcionaron mejor o peor algunas propuestas, el 'brexit'... El PP y el PSOE jugaron fuerte con que las urnas las carga el diablo y lograron una movilización conservadora. En campaña el adversario no era el PP sino nosotros. Se juzgaba más la no viabilidad de un Gobierno del cambio que la del que está en el poder. En Catalunya a esto se añadía que los partidos independentistas nos declararon su rival. Cinco millones es un resultado magnífico pero no con las expectativas que teníamos. 

¿Si no hay Gobierno de izquierdasCon Ciudadanos no hubiera sido un Gobierno de izquierdas. Es intentar que el otro aparezca como culpable. Lo que toca ahora es estar en la oposición. Ver probablemente un Gobierno del PP será duro, pero no tendrá mayoría si no hay gran coalición. Servirá para contener pero no solucionar ninguno de los retos que tenemos en España y Catalunya, y nuestro trabajo será construir la alternativa.

ERC trata de cauterizar las heridas abiertas en campaña con el colauismo

¿El 26-J ha certificado la defunción del referéndum? No, el referéndum es un espacio de consenso que reúne a un 80% de la población. Es verdad que en estas elecciones se jugaba la oportunidad de tenerlo y que ahora este Gobierno del cambio es muy difícil. Pero de aquí a certificar la defunción del referéndum... Si no puede ser a corto plazo que sea a medio.

Dijo que hay independentistas que se alegran de la victoria del PP. ¿Se refería directamente a ERC? Espero que en ERC no se alegrasen. Pero construyeron una campaña no en contra del PP, sino declarando que su adversario era En Comú Podem. Que no se ha hay producido el cambio en el Estado puede reforzar la tesis de cuando peor mejor. Es una lectura de corto vuelo. Un Gobierno del cambio, con Unidos Podemos y En Comú Podem, hubiera ayudado mucho más a una Catalunya soberana que uno del PP. 

¿Se ha mordido mucho la lengua ante los ataques de ERCEstoy muy próximo a la tradición de ERC, pero no esperaba que nos consideraran su rival. No se han hecho un favor en términos de futuro, de construcción de mayorías.

¿Qué papel quiere Podem en esta hoja de ruta? Los independentistas les interpelan constantemente. Sí, nos interpelan constantemente. Decían que en 18 meses llegarían a la independencia. Faltan 11. Les corresponde ser fieles a ese compromiso. El ‘procés’ ha logrado cambiar el panorama político catalán pero no ha avanzado ni un milímetro desde el 2012 hasta ahora en la construcción de esta soberanía. Las estructuras de Estado, la desconexión... ha sido todo muy declarativo pero con poca concreción práctica. Y se han pospuesto debates a lo largo de este ciclo: fiscalidad progresiva, cierre de escuelas públicas mientras siguen los conciertos con las del Opus. Queremos construir un espacio del catalanismo popular que apele a la revolución democrática sin sacrificar otros debates.

Su discurso recuerda al de la CUP con la diferencia que ellos quieren la indendencia y ustedes no lo sabemos… En nuestro espacio hay gente que apuesta por la independencia y otra que no. Nuestra responsabilidad no es dar apoyo al resultado del 27-S sino construir una alternativa a CDC, que desde el 2012 gobierna por la apuesta estratégica de ERC. ¿Pensando en substituir a CDC? Eso ya es cosa suya. Mientras ERC siga subordinada al catalanismo conservador nos toca construir una alternativa.

¿Ganarían hoy unas elecciones a la Generalitat? A día de hoy seríamos la alternativa de país. Sacamos resultados muy buenos en estos seis meses, pero una alternativa de país no es una electoral. Triunfamos al superar el sujeto jurídico de coalición para ser una confluencia. Los 80.000 votos que hemos perdido han sido más en el área metropolitana que en la Catalunya interior, donde hemos ganado votos. Eso indica que el espacio político es muy transversal y hay que solidificarlo con asambleas territoriales. Será un partido aunque no en el sentido clásico, sino abierto a la ciudadanía.

¿Por qué la confluencia funcionó en Catalunya y no en España? Aquí veníamos de una confluencia más larga, donde las identidades superaban la coalición. Eso es bueno y hay que acentuarla. En el Estado era una coalición entre dos mundos y con recorrido corto tras la legislatura fallida. ¿Si esto ha hecho que no funcionara? Toca ver qué hemos hecho bien o mal pero mirar al futuro.

¿Presentarse como socialdemócrata e ir en coalición con Izquierda Unida no es contradictorio? Tenemos que construir un espacio político con mucho carácter socialdemócrata, aunque queremos que vaya mucho más allá de la socialdemocracia clásica. El problema es que los que se declaran socialdemócratas en realidad no lo son. 

¿Habría que intentar recuperar algún puente con el PSOE? En el ayuntamiento de Barcelona gobernamos juntos. Pero que la principal alegría de un partido sea que otro no le haya superado expresa mucha tristeza política.

¿Pablo Iglesias se equivocó rebajando tanto su tono? Construir una alternativa al PP implicaba interpelaciones muy amplias. Y cuando haces eso hablas menos de lo que tú representas. 

¿Se ve candidato a la Generalitat? Me quiero implicar en la construcción de un espacio político, pero tienen que emerger más rostros. Mi responsabilidad ahora es estar en Madrid y no tengo intención de presentarme a la Generalitat.

¿Ha descubierto en estos meses la dureza de la política? Hostia, sí. Sorprende que se pueda jugar con cosas esenciales para sacar rédito electoral. No todas las victorias son victorias y ni todas las derrotas derrotas, es un aprendizaje para el futuro. Cuando una persona se acerca y te dice «me gusta mucho lo que dices, si fuera español te votaría» piensas, «¿yo y En Comú Podem no somos catalanes?». En un proyecto en que todo lo catalanista es independentista se puede pasar a que todo lo que es catalán es independentista y que todo lo que no sea independentista no es catalán. No todos los independentistas piensen así, pero cuando cruzas esta línea no estás ayudando al país.