ENTREVISTA

Pablo Iglesias: "Sin abrir el candado del 78, Catalunya no podrá decidir"

"Mas quiere pactar con Rajoy. Y Sánchez, engañar a los catalanes con el pañuelito constitucional", afirma el líder de Podemos

El líder de Podemos, en el estudio fotográfico de la redacción de EL PERIÓDICO.

El líder de Podemos, en el estudio fotográfico de la redacción de EL PERIÓDICO.

ENRIC HERNÀNDEZ / BARCELONA

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En menos de un año, este joven politólogo ha pasado de los platós de televisión a disputar al PSOE la hegemonía de la izquierda española. El vuelco de las encuestas, que sitúan al secretario general de Podemos como firme aspirante a la Presidencia del Gobierno, ha moderado el lenguaje y las propuestas de Pablo Iglesias, que ya no promete rupturas sino una reforma tranquila.

-Explíqueme mejor eso del «derecho a decidir sobre todo».

-Los que somos soberanistas entendemos que la soberanía se construye mediante un Estado capaz de proteger al ciudadano. No hay soberanía sin escuelas y hospitales públicos. Algunos se creen que la soberanía es el color de la bandera que ponen en el edificio oficial, que luego privatizan. La soberanía es tener instrumentos soberanos. Sobre la cuestión territorial, crucial para entender los problemas políticos e históricos de un país de países, de un país de naciones como es España, el derecho a decidir solo es posible con uno o diferentes procesos constituyentes relacionados entre sí. Es mentira que la solución la tenga Mas, que pretende negociar con Rajoy en un despacho rodeados de señores muy ricos que no pagan impuestos y que tutelarán esa negociación. Los soberanistas de verdad, de siempre, que hemos reivindicado la soberanía y que no tenemos ningún problema con los diferentes sentimientos nacionales, decimos que no: el proceso por arriba, no; el proceso, por abajo.

-A los catalanes que quieren decidir eso les suena ambiguo, evasivo...

-Ambiguo es quien dice que esto se puede hacer con una declaración unilateral, sabiendo que no se puede. Nosotros decimos cómo se puede, pero algunos temen que hablar del derecho a decidir de verdad implique que a lo mejor lo de las cuentas en Suiza y Andorra va a ser imposible. Para defender la soberanía es un error aliarse con el partido de Pujol, Mas y las sedes embargadas.

-¿Plantea un proceso constituyente específico en Catalunya?

SEnDEs ineludible. La sociedad catalana tiene especificidades que no se pueden tutelar. Cameron pudo pactar el referéndum escocés porque el Reino Unido no tiene Constitución, por encima de la Cámara de los Comunes no hay nada. Aquí, sí; por eso proponemos un proceso constituyente. ¿Qué propone Pedro Sánchez? Un acuerdo entre el PSOE y el PP para engañar a los catalanes con el pañuelito de la reforma constitucional. Hay que ser valientes y discutirlo todo. Lo que subyace en las críticas que hemos recibido en Catalunya es el temor a que, con un proceso constituyente y una victoria de Podemos en las generales, puede que muchos catalanes de esa España no se quieran ir. A muchos, eso les duele y les preocupa.

-¿El pueblo catalán es, a su juicio, un sujeto político y soberano? 

-La cuestión no es lo que yo quiera o prefiera, sino lo que dice el ordenamiento jurídico existente, que en su día negoció el catalanismo político. La legalidad vigente no permite en términos jurídicos que eso se produzca, eso lo sabe todo el mundo. Para que los catalanes puedan tener la palabra, o abrimos el candado del 78, o no se puede. Ningún actor político con vocación de gobierno llega tan lejos como nosotros, pero las condiciones de posibilidad son las que son. Otros, sin vocación de gobierno, pueden pedir la luna.

-Para disipar cualquier duda: ¿el proceso constituyente que plantean debería permitir que Catalunya votase  o no a la independencia?

-Todas las posibilidades de relación jurídica con el Estado, y todas son todas, tienen que discutirse democráticamente. Creo que es una manera muy clara de responder: todas y cada una de las posibilidades. En la democracia no hay límites, pero la fórmula para discutir es abrir ese proceso constituyente. Si no se abre ese candado y no se aseguran los instrumentos de la soberanía, estamos construyendo castillos en el aire.

-¿Qué diferencia el proceso constituyente de una reforma de la Constitución? Al final, los consensos exigidos son los mismos...

-La reforma de la Constitución ya sabemos lo que es: Rubalcaba y Rajoy se juntan para reformar el artículo 135, sin referéndum ni nada. Nuestra tradición es de máxima participación: un proceso constituyente es un debate de país en el que los actores políticos no se posicionan en función de la conveniencia coyuntural. Trabajaremos para lograr una presión social, para que el pueblo diga no a las fuerzas políticas que prefieren una negociación de reservado de restaurante. Quiero una Constitución que garantice que no se privatiza la sanidad, la educación, la atención a los mayores, que el hijo de una familia de condición humilde pueda ir a la universidad... Más soberanistas que nosotros, nadie. No nos van a dar lecciones de soberanismo los que entienden que la soberanía se define por el color de las banderas. Me da exactamente igual que a los niños se les atienda en catalán, en euskera o en castellano; lo que me importa es que se les atienda.

SEnDDerecho a decidir sobre todo. ¿También monarquía o república?

-A los monárquicos les encantaría que nos plantásemos en ese debate, monarquía o república. Yo no voy a entrar en ese juego...

-No entran en ningún juego...

-En el debate monarquía o republica ganan los de siempre: ganan los corruptos, ganan los urdangarines, gana lo que ha significado una institución degradada. Lo que más desean los monárquicos es ver a sus adversarios como republicanos en lugar de como una mayoría social. La pregunta es: ¿los ciudadanos son mayores de edad o no? Pues si el señor Felipe de Borbón está tan preparado, suscita tanta simpatía y lo hace tan bien, que se presente a las elecciones, que igual las gana. Entonces será jefe del Estado porque le habrán votado, no por tener sangre azul.

-¿Cuál será el cartel electoral de Podem en Catalunya?

-Aquí hay gente magnífica que podrían ser candidatas o candidatos en unas elecciones en Catalunya, pero de nuevo lo decidirá la gente…

-¿Les dará tiempo a hacerlo si hay un adelanto electoral?

-Perfectamente. Tras el mitin de Vall d'Hebron, estaría encantado de que convocaran elecciones mañana.

-Han excluido una alianza electoral con IU. ¿También con Iniciativa?

-El frente de izquierdas no es nuestra opción. Queremos alterar el tablero político, y el poder teme a la gente, no a la izquierda. El poder no teme a coaliciones de partidos, el poder teme a la gente. Nuestra mano está tendida a todo aquel que esté dispuesto a sumarse al cambio. Quien no quiera, pues después de las elecciones ya veremos si se pueden alcanzar acuerdos programáticos.

-Ha llegado a decir que si no ganan por mayoría absoluta, igual se va. ¿No sería un fraude a los votantes?

-Tenemos que ir a por todas. En la campaña europea se rieron de nosotros, y al sacar cinco eurodiputados dijimos que no bastaba. Saldremos a ganar las elecciones por mayoría absoluta, que es la forma más rápida de garantizar el cambio político. Debemos dejar claro que nosotros no hacemos política con vocación de dedicarnos a esto toda la vida. Ya se valorará si es más útil que yo siga o no. Somos diferentes al resto y nos podemos permitir niveles de audacia que otros no. Deberíamos preservar ese elemento de nuestro ADN.

-Incluso si ganan tendrán que negociar con lo que llaman «la casta», transaccionar y hacer renuncias...

-Lo fundamental es llegar con toda la fuerza posible. Si ganamos, aun sin lograr mayoría absoluta, tendremos legitimidad para decir: son otros los que deberán cambiar, renunciar a elementos programáticos y asumir que el veredicto electoral de los ciudadanos ha sido que se pueden hacer cosas diferentes. No somos sectarios: con quien esté dispuesto a rectificar, poniendo los intereses ciudadanos y de las diferentes soberanías por encima de los intereses exteriores de poderes financieros, nuestra mano estará tendida. ¿Creo yo que eso va a ocurrir? En el caso del PSOE, CiU y el PP, creo que no.

-Se está hablando mucho de la gran coalición PP-PSOE. ¿Cree factible una gran coalición de la izquierda después de las elecciones?

-Si es así, no sirve. Lo demostró el 15-M, y humildemente nosotros estamos demostrando que los ejes que separan la política en términos de izquierda y derecha ya no sirven para entender la realidad. Si un gobierno de centro-izquierda hace recortes sociales al dictado de la troika y un gobierno de centro-derecha hace recortes al dictado de la troika, entonces ustedes me están engañando. ¿Cuál es la diferencia? Izquierda y derecha son metáforas que servían para expresar cosas; ya no. Es mucho más claro decir arriba y abajo...

-Como marketing quizá funcione...

-No, no es eso. Es que es más verdad: es decir que unos defienden los intereses de los de arriba y otros, los de los de abajo. Lo fundamental no es que haya un gobierno de las izquierdas, es que haya un gobierno popular, de la gente, un gobierno que asuma que los representantes populares representan a la gente y no a los fondos de inversión.