ENTREVISTA AL EXMINISTRO SOCIALISTA

Josep Borrell: "Pedro Sánchez no es el 'izquierdista peligroso' que caricaturizan"

"En la operación contra Sánchez intervino mucha más gente que estrictamente la del PSOE", afirma el dirigente

El exministro socialista Josep Borrell, posa para EL PERIÓDICO en Barcelona.

El exministro socialista Josep Borrell, posa para EL PERIÓDICO en Barcelona. / periodico

XABI BARRENA / BARCELONA

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Josep Borrell (La Pobla de Segur, 1947)  se halla estos días en intensa gira de presentación de su último libro, 'Los idus de octubre', en donde narra los hechos que llevaron a la caída de Pedro Sánchez como líder del PSOE y, más allá, construye un relato sobre el porqué del descenso a los infiernos del PSOE. Este diario no consigue que mente explícitamente ni una sola vez a Susana Díaz.

-'Los idus de octubre'. Tenemos identificado a Julio César (Pedro Sánchez), se intuye quién es Casio Longino, el cerebro de la fechoría...

-El romano lo montó mejor...

-… ¿pero hay algún Bruto?

-Ha habido varios, no declarados. Y lo malo es que en el caso de Roma, tras el Idus de Marzo (asesinato de Julio César), hubo 20 años de guerras civiles. Todo lo que ha ocurrido en el PSOE ha sido mal planteado. Si usted quiere tumbar una ejecutiva, debe hacerlo presentando una moción de censura. Eso hubiera sido lo limpio, lo democrático, lo estatutario.

-¿Por qué cree que actuaron así? 

-Probablemente porque no se sabían los estatutos. Se creían que con la dimisión de la mitad más uno de la ejecutiva hacían caer a la dirección. Y no. Todo fue espasmódico, procedimentalmente muy criticable. Lo dramático es que ahora estamos exactamente igual que si aquel 1 de octubre se hubiera convocado un congreso: ante unas primarias con los dos mismos contendientes. Eso sí, tras haber entregado gratis el Gobierno a Mariano Rajoy.

-A la vista de los apoyos financieros, empresariales y mediáticos con que contó la operación, ¿cree que fue más un golpe de estado externo que algo interno del partido?

-En el libro no hablo de los financieros y empresariales porque no los puedo demostrar. Los mediáticos son obvios. Fue una operación en la que intervino mucha más gente que estrictamente la del partido. El PSOE estuvo sometido a una gran presión durante meses. Esa rara unanimidad en la intensidad del insulto entre diarios muy distintos...

-Detalla usted en el libro los sucesivos dilemas y trilemas con los que se cruzó el PSOE tras las elecciones generales. ¿Estamos ahora ante un dilema maldito en el que, pase lo que pase, va a seguir la tensión?

-No hubiéramos debido de llegar hasta aquí. Lo que ha pasado en el PSOE ha sido un fracaso colectivo. Los líderes no se han dicho la verdad. Hemos perdido en todos los frentes, con desgarros internos, problemas con el PSC, habiendo entregado el Gobierno al PP, enfrentamientos personales... La única manera de salir de esta es a través del voto. Ahora toca decidir también qué tipo de partido se quiere; no se elige candidato a la Moncloa, sino secretario general. Qué tipo de alianzas se quieren hacer, porque con el 20% del voto habrá que buscar aliados. Y qué modelo de Estado 

-Su apoyo a Sánchez, ¿nace de su atropellada caída o de su adhesión a su proyecto?

-Lo que defiende se acerca más a lo que yo deseo. No me identifico con alguien que dice, como ocurre con la otra candidata: "Con Podemos y los independentistas no se habla". Como me pasó a mí, se ha caricaturizado mucho a Sánchez como un "peligroso izquierdista" sin criterio. 

-No negoció con Podemos.

-No, se lo impidió el comité federal. Yo nunca hubiera aceptado las líneas rojas que le impusieron. 

-Le cito: "La crisis del PSOE no se inicia con la dimisión de Pedro Sánchez". ¿José Luis Rodríguez Zapatero es el origen de todos los males?

-Hay dos momentos que crean la desafección. Mayo del 2010 y agosto del 2011. En el 2010, cuando presidíamos la UE, no supimos evitar que nos impusieran unas medidas draconianas, dictadas por el pánico a los mercados: "Hay que llegar a un acuerdo antes de que abra la bolsa de Tokio", dijo Zapatero. Y luego, la modificación de la Constitución asentando el déficit cero. Desde ese momento no hemos tenido un relato sobre la crisis.

-"Rajoy espera a que nos abrasemos en nuestras contradicciones", dice en su libro. ¿Rajoy es hábil?

-Solo se ha topado con un PSOE en su peor momento. Hacerlo peor de lo que lo hemos hecho es difícil.

-¿Augura 20 años de guerra civil en el PSOE, como en Roma?

-Esperemos que no. Aunque hay quien dice que mientras no se satisfagan las ambiciones personales de alguien no habrá paz en el PSOE. Espero que no sea así.

-¿Habla de Susana Díaz?

-(sonríe) No me gusta personalizar, bastante enconado está todo ya.