Entidades de derechos humanos denuncian que el Estado incumple la ley en Melilla

Un informe realizado por la Comisión de Observación se elevará al Comité Europeo para que valore la situación en la frontera entre Marruecos y España

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Comisión de Observación de Derechos Humanos ha denunciado este viernes que el Estado incumple la legalidad en la frontera sur de España y que la violencia que ejercen las fuerzas de seguridad de España y Marruecos a ambos lados de la valla de Melilla "es sistemática".

En un comunicado, la citada Comisión, compuesta por miembros de la Campaña Estatal por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), de la Coordinadora Estatal para la Prevención y Denuncia de la Tortura, del Grupo de Acción Comunitaria y del Observatorio del Sistema Penal y Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona, informa de la presentación del informe "Vulneraciones de Derechos Humanos en la Frontera sur-Melilla".

Este informe se elevará al Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y al Subcomité para la Prevención de la Tortura, para instar a estos organismos internacionales "a tomar las medidas pertinentes para que se cumpla la legislación vigente". A juicio de los integrantes de la Comisión, "la vulneración de derechos humanos a ambos lados de la valla de Melilla es sistemática".

El Centro de Estancia Temporal de Extranjeros (CETI) de Melilla, con capacidad para 480 personas y que se ha llegado incluso a cuadriplicar en los últimos meses, ha sido estudiado por esta comisión. Actualmente, la nacionalidad mayoritaria declarada por las personas que se encuentran en el CETI de Melilla es la siria (654 en mayo pasado, 37,4 % del total), seguida por personas procedentes de Mali (538, 30,8 %) y Burkina-Faso (89, 5,1 %).

Dentro del colectivo denominado sirio puede haber personas procedentes de Turquía, Argelia, Irán, comunidades nómadas gitanas e, incluso, marroquíes, se puntualiza. El centro sólo cuenta con dos traductores de árabe, "lo que dificulta cualquier relación entre los profesionales y los migrantes", y una psicóloga para todos los internados, muchos de los cuales proceden de países golpeados por guerras y que han sufrido experiencias traumáticas en su periplo migratorio, precisa el informe.