No cuela, señor Pujol

El matrimonio Pujol-Ferrusola y los cuatro hijos del clan que ya han desfilado por la comisión de investigación del Parlament -hoy les toca el turno a los tres vástagos que faltan: Oleguer, Mireia y Josep- no han convencido a los catalanes con sus exiguas explicaciones sobre el supuesto «legado» del padre del expresident, ni tampoco sobre la fortuna amasada por la familia en las últimas décadas. La mayoría de los ciudadanos opina que ese patrimonio familiar se forjó mediante tratos de favor durante los 23 años de gobiernos del patriarca. Una opinión que comparten incluso la mayoría de votantes de CiU, la coalición que forjó Pujol en 1978.

Mientras el expresident Jordi Pujol, su esposa, Marta Ferrusola, y su primogénito, Jordi, se sometían al interrogatorio de los diputados del Parlament, el pasado 23 de febrero, el Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) preguntaba a los catalanes su punto de vista sobre el caso Pujol y sus derivados. El resultado no puede ser más rotundo: el 79,6% de los 800 encuestados consideran que el clan se aprovechó de la Generalitat para enriquecerse de manera irregular. Solo uno de cada 10 ciudadanos cree en la honradez de Pujol y su familia, y otro 10% elude pronunciarse. El sondeo se elaboró entre los días 20 y 26 de febrero, esto es, antes y después de las comparecencias en la comisión de investigación.

Son una amplia mayoría en todos los electorados quienes rechazan las versiones de Pujol y los suyos acerca de su fortuna. Únicamente entre los votantes de CiU y ERC se otorga algo más de credibilidad al expresidente de la Generalitat, pero el 67,4% de los electores de la federación nacionalista, dos de cada tres, sospechan de enriquecimiento ilícito. También el 65,2% de los votantes de Esquerra ponen en cuestión la honestidad del fundador de CDC, aunque los republicanos son quienes tienen más votantes que se fían de Pujol: el 19,3%. En CiU le dan crédito el 15,1% de electores. En el resto de caladeros, los que ven sospechoso el patrimonio de la familia superan de largo el 80%.

La labor de la comisión

Ahora bien, si la confianza en Pujol es ínfima, no salen mejor parados los diputados que llevan las riendas de la comisión de investigación parlamentaria. Para el 78,5% de los catalanes esta comisión no servirá para esclarecer el caso Pujol, es decir, el origen de los fondos del presunto legado paterno, que el expresident confesó que evadió a Hacienda durante 34 años.

Solamente el 14,6% de los catalanes confía en la labor de los diputados de la Cámara catalana, mientras que un 6,9% evita posicionarse. La desconfianza respecto a los trabajos de la comisión es generalizada entre todos los electorados, con porcentajes que rebasan el 75% en todos los casos.