'Els pastorets' también votan

Lluquet y Rovelló sueñan que van a adorar al Mesías y los demonios intentan impedírselo a toda costa. Esquerret y Converjó sueñan con el anuncio de la fecha y la pregunta de la consulta, expuesta a las zancadillas de Satasnar y Lluciwert. El argumento d'Els Pastorets es la base de la obra con la que el músico y humorista de Moià (Bages) Quim Vila ha querido destensar el debate soberanista y, de paso, reivindicar el ejercicio del derecho a decidir. La idea de transformar el texto de Josep Maria Folch i Torres en Els Pastorets o l'adveniment del referèndum il·legal surgió en una cena, cuando unos amigos retaron a Vila a parodiar la encendida actualidad política. El elenco cuenta con el alcalde de Moià, Dionís Guiteras, diputado de ERC en el Parlament, aunque aquí será uno de los boicoteadores del referendo: Satasnar, que cambia cuernos y tridente por gabardina y gafas de mafioso, como Lluciwert, que, interpretado por Vila, intentará españolizar a los pastores en un subterráneo de la calle Génova. Guiteras puede observar «desde el otro lado de la barrera» la caricatura de su partido fuera de las bambalinas. Ve a Esquerret demasiado «sensato y comedido». «Nosotros somos más de arrebatos», apunta con humor.

'Tercevies' y Pere

El montaje, dirigido por Jordi Guinart, «no busca ofender a nadie», subraya Vila, que quiere transmitir un «humor antropológico» que reúna todas las posiciones. En el reparto, que convierte la representación en una ingeniosa alegoría de la consulta, no podía faltar Tercevies (el álter ego de Jeremies), un político de las comarcas de Ponent «que tiene miedo a hacer algo ilegal, pero también a perder su estatus», describe. Pere es otro de los imprescindibles, concebido así por el autor: «Apela a la coherencia y a no dejar pisar los ideales por las instancias superiores. Pero no para de recibir llamadas de Madrid». Inícia está más preocupada por los temas sociales que por la independencia y Cupcepció encarna la frescura de una adolescente que seguramente vestirá camiseta.

Los siete pecados capitales se transforman en la tropa de Esbirros Estatales (bautizados como Soraya, Montoro, la FAES, Alfredu... hasta hay un dimoni morrut que, en otro guiño a la actualidad, oculta micros en restaurantes). En una escena, Satasnar ordena a los esbirros, que rodean a Esquerret y Converjó, encarnado por el presidente local de CDC de Moià: «I quan el Parlament flamegi / agafeu-me a aquest parell / i que es mengin l'estelada/ fins que caguin groc i vermell!». Al final será Sant Merkel quien les salve. ¿Anunciará el arcángel la fecha de la consulta? «Todos sabemos que al final ganan los pastores», avanza Vila.