La militancia del PDC secunda la renovación de Pascal y Conesa

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XABI BARRENA /BARCELONA

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El ‘principio de Pascal’, de nombre Blaise, es una ley física enunciada en el siglo XVII en la que se afirma que la presión ejercida sobre un fluido contenido en un recipiente se transmite con igual intensidad en todas las direcciones y en todos los puntos. Aplicada a la política, el principio de Pascal, de nombre Marta, afirma que la presión renovadora sobre el magma de un partido nuevo contenido en otro viejo se transmite con igual intensidad y en todos los puntos.

Y es que la renovación se ha abierto paso en el flamante PDC. Lo que tenía que ser, hace unos meses, un cambio de marca en el que Artur Mas lo tuviera todo atado y bien atado se ha convertido en algo mucho más complejo. El motín del congreso del 8 de julio, en el Fòrum, dio el pistoletazo de salida a una serie de movimientos que, sucesivamente, dieron al traste con los planes de la dirección de CDC sobre el nombre del partido, la elección del secretario general y, este sábado, ha cauterizado el intento de castigo a la díscola Mercè Conesa. No hay rastro de la marca ‘Convergència’ en el nombreConvergència; no está Jordi Turull al mando y la alcaldesa de Sant Cugat ha doblegado a Santi Vila. Se abre la etapa de Marta Pascal.

APOYO APLASTANTE

No había dudas sobre si la exportavoz de CDC vencería o no a la lista de Ignasi Planas, que juntaba a los miembros de Reagrupament (el partido nacido de la escisión de ERC y en la órbita de CDC desde hace unos meses). Pero había que esperar el porcentaje de voto alcanzado. Pascal forzó la retirada del elegido por la dirección, Turull. El casi 88% alcanzado, y que todos y cada uno de los 12 componentes de la candidatura han sido respaldados por más del 70% de los sufragios, no deja lugar a dudas. La ya coordinadora general ha afirmado que recogía “el sentimiento de ilusión” de la militancia y ha anunciado que se fija como objetivos “trascender a las familias” del partido, las que en estas semanas han estado conspirando en pos de cotas de poder, y “dejar la vieja táctica política”. Eso sí, en la primera ocasión ha obviado directamente la última muestra de vieja táctica políticael episodio de la votación de la Mesa del Congresovotación de la Mesa del Congreso: “No hubo pacto con el PP. El PDC votó a su candidato, en la primera vuelta, y se abstuvo en la segunda”. 48 horas antes, uno de los miembros de su candidatura, Marc Castells, enojado con Francesc Homs, pidió “no tratar a la gente como idiotas”.

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Pero la prueba del nueve de la renovación era el duelo Conesa-Santi Vila. Acusada Conesa de haber encendido los ánimos en el congreso contra los dos nombres del partido descartados, la dirección impidió que formara parte de la lista de Pascal. La también presidenta de la Diputación de Barcelona se revolvió y anunció la candidatura a presidir el Consell Nacional, un cargo de poca enjundia pero que entonces tomó un simbolismo especial. Sobre todo cuando la dirección instó al ‘conseller’ Vila a presentarse para doblegar a Conesa. Vila recibió el apoyo explícito del ‘president’ Carles Puigdemont e incluso, en un acto que habría que ver si le ha jugado a favor o en contra, el de Homs, precisamente el día que caían chuzos de punta sobre su cabeza por la votación de marras del Congreso. Conesa ha vencido por un 49,44% frente al 42,04% de Vila y al 8,52% de Joan Vila.

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Según los estatutos sería preceptivo una segunda vuelta ya que Conesa no ha alcanzado ese 50% necesario para proclamarse ganadora. Pero Vila ha anunciado por Twitter que renuncia y gentilmente ha felicitado a la ganadora. La presión renovadora se ha transmitido entre las bases de manera uniforme y en todos los puntos.

Una renovación que cabe tildarse de tranquila o de terciopelo. Ahí está el presidente del PDC, Artur Mas, para atestiguarlo, en compañía de la vicepresidenta demócrata, Neus Munté. Su lista (la única) ha obtenido el 95% de apoyo entre los 5.430 militantes que han votado (67% del censo de inicio de las primarias). “La renovación no es un ‘postureo’, va en serio”, ha dicho Mas, quien también ha dado la clave de cómo leer futuros episodios del PDC. La suya, ha apuntado, “no será ni una presidencia ejecutiva ni meramente decorativa”. En función de cómo se decante el fiel de la balanza sobre uno u otro campo se podrá hablar de la perviviencia del ‘principio de Pascal’ o, por el contrario, del de conservación de la materia de Lavoisier, Antoine, que indica que nada se crea o se destruye. Simplemente se transforma.