DE VUELTA A LAS URNAS

Área metropolitana, el bastión más deseado

El podemismo gana terreno en un caladero electoral codiciado por ERC

Gabriel Rufián y Xavier Domènech, este miércoles, durante su intervención en el debate Primera Plana.

Gabriel Rufián y Xavier Domènech, este miércoles, durante su intervención en el debate Primera Plana. / periodico

NEUS TOMÀS / BARCELONA

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El podemismo ha llegado a Catalunya para quedarse. El 20-D le aupó a primera fuerza y todas las encuestas pronostican que no solo mantendrá el liderazgo, sino que su espacio crecerá. El área metropolitana se ha convertido en el bastión morado después de que en diciembre ganase en 12 de las 15 ciudades más pobladas de Catalunya. En L’Hospitalet, Badalona, Cornellà o Sant Boi de Llobregat rozó o superó el 30% de los votos. Es un territorio que Pablo Iglesias ya da por conquistado, reconoce En Comú Podem, y por eso en la agenda de campaña solo tiene previsto un acto en Catalunya, este sábado en Barcelona, y haciendo tándem con Alberto Garzón.

El caladero metropolitano, el más codiciado, es también objeto de deseo tanto para Esquerra como para Ciutadans. Desde las antípodas ideológicas, ambas fuerzas intentarán combatir a Podemos insistiendo en la idea de que su apuesta por el referéndum es inviable. Los republicanos porque, en argot independentista, han superado esta pantalla. Y el partido naranja porque su bandera es la de la unidad de España y el rechazo frontal a una consulta.

Sea para defenderla o para denostarla, el referéndum volverá a estar en el centro del debate. Y todo apunta a que no desaparecerá de la agenda tras el 26-J, a tenor de la fuerza que está ganando entre sectores independentistas el llamado RUI (referéndum unilateral de independencia), que tanto puede interpretarse como un regreso a la casilla del 9-N o como una fórmula para forzar de nuevo a todos los partidos de ámbito estatal a situar a Catalunya en su agenda. 

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Evidentemente, las últimas turbulencias (por recurrir a una comparación amable) pueden influir en el comportamiento electoral, y uno de los interrogantes es si el desmarque de Convergència respecto a la CUP influirá en un resultado que se prevé peor que el del 20-D. Su candidato, Francesc Homs, incluso antes de formalizarse la ruptura por el rechazo de los anticapitalistas a apoyar los presupuestos del Govern, había dado más que pistas de que uno de los ejes de su campaña sería atizar a la CUP. De hecho, esta estrategia no solo ha sido motivo de fricción estas últimas semanas entre convergentes y cuperos, sino que también en ERC lamentan que las continuas andanadas de Homs no han contribuido en nada a la ‘pax independentista’.

EL RETO SOCIALISTA

Convergència quiere recuperar la imagen de partido de orden, sobre todo en Barcelona y el área metropolitana, que es donde peores resultados puede cosechar. Ahí el combate lo libra con Ciudadanos y el PSC. En el caso de los socialistas, la dificultad tampoco es poca. Reconocen que se impone el guante blanco con Albert Rivera tras el pacto fallido para que Pedro Sánchez llegase a la Moncloa. Y paralelamente, los ataques a Podemos tendrán que ser mesurados después de que el PSC vuelva a tocar poder en el Ayuntamiento de Barcelona de la mano de Ada Colau. A favor de los socialistas puede jugar el factor novedad que representa Meritxell Batet respecto a Carme Chacón. Ese es también uno de los interrogantes de esta campaña.