CAMINO DE LAS URNAS

Manual de instrucciones para el 27-S

RAFA JULVE / JOSE RICO / BARCELONA

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No se sienta un bicho raro si, a 55 días para las elecciones autonómicas -que este lunes se convocarán- y después de los tres últimos años de vorágine en la política catalana, necesita un manual de instrucciones para entender a quién y qué estará votando el próximo 27 de septiembre. Hay partidos de toda la vida que han dejado de existir, los hay que han quedado desmenuzados tras sufrir múltiples escisiones, han proliferado plataformas y asociaciones que han atomizado el cosmos político de Catalunya y, como colofón, alianzas impensables hace apenas un lustro han cimentado candidaturas unitarias. Los catalizadores de la catarsis: el proceso independentista y la indignación por la gestión de la crisis.

Grosso modo, el laberíntico escenario político catalán se divide en tres grandes bloques: las fuerzas partidarias de la independencia (Junts pel Sí y la CUP), los partidos anclados en el statu quo (el PPC y Ciutadans) y las marcas que enarbolan una tercera vía de corte federal o confederal (Catalunya Sí que es pot, el PSC y Unió).

En el caladero independentista es donde se ha producido el gran vuelco. La federación de CiU ya es historia y las dos principales fuerzas secesionistas, CDC y ERC, han confluido en la lista Junts pel Sí, trufada también con una escisión de Unió, Demòcrates de Catalunya, y otra del PSC, Moviment d'Esquerres, además de las entidades soberanistas. Este magma ideológico impide situar por el momento su programa social y económico en la izquierda o en la derecha, como ejemplifica el hecho de que su cabeza de lista, Raül Romeva, sea un ecosocialista, pero su candidato a presidente de la Generalitat, Artur Mas, sea un liberal.

ADVERBIO AFIRMATIVO

Aunque ambos juegan el adverbio afirmativo, cabe no confundir a Junts pel Sí con Catalunya Sí que es pot. Esta última es la coalición resultante de la unión de ICVEUiAPodem Equo, por lo que su programa electoral es nítidamente izquierdista. Pero la gran diferencia entre ambas marcas radica en su hoja de ruta soberanista.

Junts pel Sí apuesta por una declaración unilateral de independencia (DUI), mientras que Catalunya Sí que es pot descarta esta vía y aboga por negociar con el Estado un referéndum para que los catalanes decidan si quieren romper con España o acordar una nueva relación federal o confederal. La CUP comparte con Junts pel Sí su plan de secesión unilateral, pero su programa económico y social se alinea mucho más con el de Catalunya Sí que es pot.

LAS TERCERAS VÍAS

La izquierda alternativa es, por tanto, una de las opciones de la tercera vía, junto con PSC y Unió. Pero de los socialistas se distinguen en su defensa de un referéndum y en no cerrar la puerta a la secesión si es la opción mayoritaria de los catalanes. Unió coincide con Catalunya Sí que es pot en su plan soberanista (referéndum y confederalismo), pero sus programas sociales y económicos son como la noche y el día, pues UDC bebe de los principios de la democracia cristiana.

Los que parecen dos gotas de agua son el PPC y Ciutadans. Ambos abjuran de la independencia, abanderan el blindaje del autonomismo con simples retoques a la financiación, deploran la inmersión lingüística escolar y sus modelos económicos rezuman liberalismo conservador por los cuatro costados.