LA ENCRUCIJADA NACIONALISTA

Duran llama a PSC e ICV a crear un frente común por la tercera vía

Duran, el pasado miércoles, a su salida de la sede de Unió.

Duran, el pasado miércoles, a su salida de la sede de Unió.

XABIER BARRENA / BARCELONA

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A falta de apariciones públicas ante los medios, las misivas a la militancia de Josep Antoni Duran Lleida sirven, cual pantalla de plasma para Mariano Rajoy, para conocer su opinión sobre la actualidad política. Con decir esto baste para entender que la carta web de ayer era más que esperada. En ella, Duran tacha de "inaceptable" la actitud de sus exsocios, pero también empieza a pasar página y a mirar al futuro. Lo mismo que pretende hacer Artur Mas a partir de este sábado. Acaso para poder empezar a cerrar etapas, ambos dirigentes mantuvieron este viernes por la tarde una reunión de una media hora en el Palau de la Generalitat en la que analizaron "cordialmente" la situación creada tras la ruptura de la federación, según revelaron fuentes conocedoras del encuentro.

Eso ocurrió pocas horas después de que Duran hiciera pública su carta, en la que llama a las otras fuerzas "catalanistas, pero no independentistas" a sumar esfuerzos para hallar una solución mediante el diálogo con el Estado. "En el Estado y en Catalunya", señala el texto, hay que ser "conscientes" de que del actual conflicto "solo se sale con una consulta legal para que decida la ciudadanía". Y añade que el referéndum no llegará si no se "recompone" el catalanismo, incluyendo a los no independendentistas, "como el PSC, ICV-EUiA y Unió". Acerca de los acontecimientos de la última semana, Duran carga contra el "inaceptable ultimátum" de CDC para que se sumaran a su hoja de ruta soberanista. A su entender, Unió no tenía margen de decisión "con un mínimo de dignidad" después de que CDC sustituyera "el diálogo por el ultimátum", que ve "inasumible en el fondo y en la forma", y cree que no pueden actuar así "si quieren la independencia".

En lo personal, Duran confiesa que el divorcio es muy doloroso para él, uno de los firmantes del pacto de coalición, hace 37 años: "Sufro como el que más", afirma.

CONTRA UN CONGRESO

En cuanto a los críticos de la propia Unió, el presidente del partido critica que amenacen con forzar un congreso extraordinario para ver quién se queda con las siglas del partido: "Hacer ahora un congreso no sería otra cosa que un instrumento para liquidarlo". También cree imposible preparar, a la vez, el cónclave y el debut en solitario en unas elecciones.

Mientras tanto, los exsocios de Duran siguen tirando millas. Tras una comida con los diputados y senadores convergentes en Madrid, el número dos de los nacionalistas, Josep Rull, anunció que han "apoderado" a sus cabezas de listas en el Congreso y Senado, Pere Macias Josep Lluís Cleries, para que, "en un plazo corto de tiempo", decidan sobre la continuidad de Duran al frente del grupo parlamentario en el Congreso.

PROPUESTA DE LA PORTAVOZ

Una fórmula, sugerida ayer por la portavoz y diputada de Unió en el Congreso Montserrat Surroca, en La Xarxa podría ser crear dos grupos "y que cada uno tuviera su portavoz", de manera que el actual jefe de filas de CiU, esto es, Duran, pasaría a ser solamente el de UDC, mientras que Convergència nombraría el suyo, con toda probabilidad Macias.

Surroca advirtió de que el reglamento de la Cámara baja no es "especialmente clarificador" ante un caso como el de la federación nacionalista. El propio Rull avaló la necesidad de hacer visible que "hay dos proyectos políticos distintos", que si bien a veces pueden confluir, en otras ocasiones "son muy distintos".