El duelo del 1 de agosto

Cuando llevamos algo más de un tercio de legislatura, podemos estar en un punto de inflexión. AMariano Rajoylas cosas no le iban mal. Tiene mayoría absoluta y -no sin dudas, retrasos y meteduras de pata- está aplicando el programa económico prescrito por la UE y el FMI. Es discutible, pero la devaluación interna es la recomendación internacional. Y cuando España se ha modernizado lo ha hecho siempre así. En el 59, con la devaluación y el plan de estabilización del Opus; en el 78, conFuentes Quintana, Abril Martorelly lospactos de la Moncloa;y en el 83, con la devaluación y el rigor deMiguel Boyer.No siguiendo el celtiberismo deGirón de Velasco, Jiménez de PargaoAlfonso Guerra.

Ahora falta el padre espiritual, pero la reforma laboral, el ajuste fiscal y las reformas son prescripción europea.José Luis Rodríguez Zapateroinició el camino yAlfredo Pérez Rubalcabapuede atacar (la reforma laboral tiene contraindicaciones), pero carece de alternativa. Ferraz sin cerebro económico pesa poco ante Bruselas, Berlín o Washington y la opinión interna sabe que el PSOE se estrelló contra el paro. La apuesta deRajoyconsistía en aguantar hasta que la impopular política económica prescrita y la recuperación internacional permitieran respirar a la economía. Si lo lograba, sería reelegido; caso contrario¿ Pero la recesión (ocho trimestres seguidos, seis del PP) sigue, y aunque hay brotes verdes, hay otros negativos y el crédito ha intensificado su caída. En el frente económico todo está por ver.

Pero en el político, el caso Bárcenas es mucho peor que la financiación ilegal puntual o los pocos refelejos deRajoyporque abre una causa general de desautorización moral (quizá delictiva) contra el PP de los últimos 20 años. Contra el que casi gana en el 93 (lo hizo en el 96) conJosé María Aznary contra el que (tras ocho años de unZapaterozarandeado sin piedad) gobierna hoy. Porque parece -el PP debe demostrar lo contrario- que todo se hizo con la ayuda ilegal de grupos económicos que financiaban el partido a cambio de contratos públicos y con ribetes (que están por demostrar) de lucro personal, evasión fiscal e, incluso, corrupción.

El tesorero eterno de un partido noahorra47 millones en Suiza con el sudor de su frente y sin que la cúpula de ese partido mire hacia otro lado porque prefiere no ensuciarse las manos (directamente) recaudando fondos. YRajoyva a tener que gobernar (quizá incluso caer y ser relevado por otro dirigente) con la cruz deBárcenasa cuestas. Y esta cruz va a pesar más cuanto más medidas impopulares haya que adoptar.

Falla la política. El PP no se ha sabido explicar sobreBárcenas,no ha sintonizado nada con Catalunya y, un ejemplo más, ha fundido con rapidez el prestigio delcentristaAlberto Ruiz-Gallardón.Sabe vencer pero, parafraseando aUnamuno,parece incapaz de convencer. YRubalcabaha marcado un gol. Con la amenaza de la moción de censura y el respaldo moral europeo(Financial Times,desmentida pregunta deDurao BarrosoaDuran Lleida¿)ha forzado aRajoya comparecer. Y menos de dos años después, y pese a que el PSOE tuvo una gran derrota material y moral, la ventaja del PP se ha reducido de 16 a 2 o 3 puntos. Atención, pues, al 1 de agosto.Rajoyva a defender la portería en plena gripe.