EL ÓRDAGO INDEPENDENTISTA

Las dudas ante la DUI asaltan al independentismo

ARTUR MAS

ARTUR MAS / periodico

Xabi Barrena / Barcelona

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En la escalada al Everest, los últimos metros son siempre los más duros. Sobre todo si a poco de llegar al último campamento antes de la subida final se ha pasado por una virulenta tormenta. El independentismo se halla ahora en ese último descanso antes de atacar la cima y ve como, sobre el vértice de la montaña, se ciernen negrísimos nubarrones. Y asaltan las dudas.

Varias voces del independentismo han alertado de que quizá no sea la mejor idea proceder ya a una declaración de independencia (DI), que a lo mejor caben mayores dosis de “pragmatismo”, como ha apuntado el ‘expresident’ Artur Mas. También que “importa poco el tiempo, lo que cuenta es hacer efectivo el mandato”, como ha aseverado la coordinadora del PDECat, Marta Pascal. Y que sería bueno que se fraguara una “tregua” que "serene" los ánimos entre gobiernos, como ha sentenciado el ‘conseller’ de Empresa, el siempre verso libre Santi Vila.

Es más, ahora, para Mas, presidente del PDECat, es el momento de recordar que tampoco Catalunya está preparada en términos prácticos para la independencia “real”, es decir, para hacer efectivo el control de las aduanas y las infraestructuras, por ejemplo. Algo en lo que no cayó en la cuenta hace apenas una semana.

Nótese, con todo, que los significados que han expresado sus dudas no pertenecen al ámbito de influencia de Carles Puigdemont, que al fin y a la postre, es quien tomará la decisión. Y que ERC empuja hacia la DI.

#PressingStopDUI

Aunque pueda parecer que este #PressingStopDUI es exclusivo del PDECat, cierto es que ha habido influentes creadores de opinión secesionistas que también han abogado por respirar fondo y pensar. Sobre todo cuando la amenaza del Estado de actuar contundentemente es, a la vista quedó el domingo, más que real. Incluso el goteo de empresas que están trasladando sus sedes centrales a otros enclaves de España, antes incluso de la DUI, a modo de presión, pueden estar ayudando a los independentismo a ver las aristas de la unilateralidad.

Este viernes ha vivido también pequeños gestos de distensión. Para empezar, el independentismo no ha corrido para convocar el pleno del Parlament, que ha quedado fijado para el martes a las 18 h. a las 96 horas de la oficialización de los resultados y no los 48 que dicta la ley del referéndum.  Después, el delegado del Gobierno, Enric Millo, ha pedido disculpas por la actuación policial. Y algo parecido, pero muy a su manera y no sin antes poner en duda el número de heridos y su gravedad, ha hecho el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo. Los sindicatos policiales ya han pedido la dimisión de Millo.

A veces, la distensión llegar por la inacción, como la de Mariano Rajoy, que ha hecho oídos sordos a las peticiones reiteradas de Ciudadanos (la última, este viernes) de que aplique ya el artículo 155 de la Constitución.

Otra muestra de enfriamiento cabe buscarse, por ejemplo en los líderes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que han pisado la Audiencia Nacional. Ambos (y también el jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero) están siendo investigados por sedición, pero todos volvieron en la misma mañana a Barcelona.

Sin minimizar la gravedad

Y por último, aunque no sea un gesto político, por aquello de la independencia del poder judicial, cabe destacar que el juzgado que ha acogido la demanda de la Generalitat por los abusos policiales ha enmendado la plana a la Fiscalía, que quitó toda importancia a la acción policial, y le ha instado a no "minimizar la gravedad" de lo ocurrido en la jornada del 1-O.

En tanto, y advirtiendo estos movimientos, la CUP, socios de Junts pel Sí en el Parlament, ha avisado a los posconvergentes de que deben mantenerse “fieles” al mandato recibido y que la declaración sea aplicable con carácter inmediato, es decir,que no tenga un carácter “diferido” de entrada en vigor en tres o seis meses, como se había especulado.

Lo cierto es que, aun con esos signos de distensión ya apuntados, los nubarrones sobre la cumbre del Everest independentista siguen vigentes. Hay sobradas muestras. Al recuerdo de la acción policial del domingo y la amenaza, casi verbalizada por el Rey, de aplicar el artículo 155 cabe sumarse, por ejemplo, la ampliación de la investigación a Trapero a los hechos del 1-O. Y es que el jefe de la policía autonómica se ha convertido en el objetivo de la Policía Nacional y la Guardia Civil por entender que les traicionó.

Lo que no cambia es la nula disposición del Gobierno central a la mediación. Suiza se ha ofrecido a ello, apelando a su marca de neutralidad e incluso ha explicado que mantiene contactos con ambos bandos. El Ejecutivo español los niega.En tanto, a 8.800 metros hace bastante frío.