LA LUCHA CONTRA EL OLVIDO

Nuevos bandos en el Valle de los Caídos

Vista exterior de la basílica delValle de los Caídos, cerca de Madrid.

Vista exterior de la basílica delValle de los Caídos, cerca de Madrid. / periodico

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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Como miles de republicanos en plena guerra civil, los hermanos Manuel y Antonio Lapeña fueron fusilados en Calatayud y enterrados en una fosa común. Años más tarde, sus cadáveres fueron trasladados al Valle de los Caídos y enterrados junto a los restos de más de 33.000 personas. 80 años después, sus descendientes han hecho historia al lograr que, por primera vez, un juez dicte una sentencia firme que autoriza a exhumar sus despojos para que la familia pueda darles “digna sepultura”.

Sin embargo, el fallo ha abierto una batalla que enfrenta de nuevo a dos bandos, y todo bajo la sombra de la gran cruz que domina el voluminoso mausoleo creado por Francisco Franco. Y es que unas 150 familias han secundado el llamamiento de la Asociación por la Defensa del Valle de los Caídos para tratar de impedir una exhumación que, en su opinión, obligará a someter a movimientos, traslados y prácticas de ADN a sus antepasados, dado que los cuerpos están en fosas comunes.

La asociación está capitaneada por Pablo Linares, quien asegura ser nieto de republicanos y no actuar movido por revanchismo o motivos ideológicos. Es más, dice respetar el auto judicial y los deseos de la familia Lapeña, por lo que no opondría resistencia alguna si los cuerpos estuvieran individualizados. Pero, dado que está convencido de que las fosas contienen una "montonera de huesos” sin identificar, ha emprendido una cruzada para que se tengan en cuenta también a los descendientes que no quieren que los restos de los suyos “sean removidos” ni sometidos a pruebas forenses. Por ello, avisa de que el colectivo, que busca más familias que se unan a la causa, utilizará todos los resortes legales a su alcance.

PATRIMONIO PIDE DOS INFORMES

Por el contrario, Eduardo Ranz, abogado de la familia Lapeña, que ha sido asesorada por el prestigioso forense experto en fosas de dictadura Francisco Etxeberria, defiende que los restos de Manuel y Antonio están “alejados” de los sepulcros de los pertenecientes al bando franquista.

La pelota está en cualquier caso en manos de Patrimonio Nacional. El organismo que gestiona el Valle, que en lugar de ejecutar la sentencia, ha pedido dos informes antes de tomar una decisión. Uno, al Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, para que determine si se puede acceder al tercer piso de la cripta, donde se supone que están enterrados los hermanos Lapeña.

Asimismo, ha reclamado al Colegio Médico Forense que establezca si los restos se pueden exhumar, tal como indica el auto judicial, “garantizando su integridad” pero también “la memoria de los difuntos del cementerio y el respeto a la consideración debida a la basílica donde se encuentran depositados”. Una vez conocida la opinión de los expertos, Patrimonio Nacional asegura que cumplirá la resolución judicial “escrupulosamente”.