Crisis en la Judicatura

Dívar acabará por dimitir

ROSA PAZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

ACarlos Dívarle está ocurriendo lo que les ha pasado antes a muchos responsables públicos, que cuando les pillan en falta lo primero que hacen es negar la evidencia y lo segundo, aferrarse al cargo -o ambas cosas a la vez-, convencidos de que conservar la poltrona equivale a conservar el prestigio. Hasta ahora la experiencia ha demostrado que la mayoría acaba por dimitir, no sin antes haber recorrido un largo camino de desprestigio, salpicado de todo tipo de informaciones, que les llevan a sufrir un deterioro de su imagen y de sus nervios.

Está más que demostrado que cuando se formula la acusación de haberse aprovechado del cargo en interés personal, como ocurre ahora con el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el que resiste no gana, incluso cuando la acusación termina por demostrarse falsa o los tribunales acaban por archivar o por absolver al afectado. Aquí suele ocurrir que el que resiste, lejos de irse con la cabeza alta, acaba por salir forzado por sus jefes, sus allegados o las simples circunstancias que, en ocasiones, son circunstancias judiciales. Y con el prestigio y la salud por los suelos.

Desde que, hace un mes, el vocal del CGPJManuel Gómez Benítezdenunció a su presidente por el presunto delito de malversación, al haber costeado con fondos del erario público una veintena de fines de semana en lujosos hoteles de Puerto Banús, el juezDívarha entrado en esa senda de la negación y la resistencia, lo que hasta el momento solo ha contribuido a otorgarle una notoriedad, sin duda muy diferente de la que le hubiera gustado tener. Porque en estos tiempos de crisis, en que tantos ciudadanos padecen el paro, las bajadas salariales y el miedo a un futuro sin esperanza, la sociedad no consiente excesos. Así que descubrir que el jefe de los jueces ha justificado en reuniones de trabajo reservadas, y que nadie ha podido confirmar, un gasto de 13.000 euros para descansar a cuerpo de rey, únicamente genera irritación. Más aún si el señorDívarconsidera que esos miles de euros, que han salido de los impuestos de los españoles, son «una miseria», como declaró tras conocerse sus primeros viajes a Marbella.

La denuncia deGómez Benítez fue rechazada por la fiscalía, pero en ese camino de espinas que ha decidido recorrer el presidente del CGPJ han aparecido más querellantes y ayer los cinco jueces de la sala de admisión de causas especiales del Tribunal Supremo -que también preside él- no se pusieron de acuerdo sobre el rechazo o la tramitación del escrito presentado por la asociación Preeminencia del Derecho y la elevaron al pleno de la sala penal. Con sus colegas divididos y los precedentes relatados, decida esta sala lo que decida, no parece que aDívarle quede más salida que dimitir.