EL VEREDICTO DE LAS URNAS

Las cuatro Españas: ¿dónde se votó más a PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos el 20D?

La meseta fue el principal sostén de los populares y los socialistas resistieron en Andalucía y Extremadura

JOSE RICO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La machadiana expresión de 'las dos Españas' empezó a caducar el pasado 20 de diciembre. Las elecciones generales trocearon un país históricamente hegemonizado por el PP y el PSOE en dos nuevas mitades con la fuerte irrupción en el tablero de juego de Podemos y Ciudadanos. Pero, ¿dónde se apoyaron los nuevos partidos para propulsarse electoralmente? ¿Y cuáles fueron los salvavidas del bipartidismo para que pudiera resistir, aunque por los pelos, por encima del 50% de los sufragios?

EL PP SE ANCLA AL VOTO RURAL

Con la ley electoral a su favor, PP y PSOE amortiguaron las caídas que les pronosticaban las encuestas, en gran medida, porque el voto rural consignó una alta fidelidad a las marcas tradicionales. El promedio de voto de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en los grandes núcleos urbanos se situó en un 50,1%, pero la media en los feudos menos poblados fue del 62%. Madrid y el resto de la meseta fueron el sostén del PP para revalidar la victoria. Los populares vencieron en 13 de las 17 comunidades autónomas (dos menos que en el 2011), 39 de las 52 provincias (seis menos) y 5.041 de los 8.123 municipios (794 menos).

Pese a la magnitud de estos datos, Rajoy vio cómo su partido se descalabraba en tres grandes bastiones, MurciaBaleares y la Comunitat Valenciana, en los que perdió más de 20 puntos respecto al 2011. La murciana fue la única autonomía en la que el PP superó el 40% de los votos, pero cuatro años atrás había obtenido el 64%. En tierras valencianas pasó del 53% al 31%, y en Baleares, del 49% al 29%. En la zona centro también hubo sangrías, pero algo menores. En Madrid y Castilla-La Mancha se dejó 17 puntos; en Castilla y León y La Rioja, 16; y en su Galicia siempre fiel, 15.

LAS TRINCHERAS SUREÑAS

Las trincheras sureñas volvieron a guarecer al socialismoSánchez solo superó el 30% de los sufragios en Extremadura y Andalucía, las dos únicas comunidades en las que el PSOE se impuso. Apenas cedió un punto en la primera y cinco en la segunda. En cambio, las urnas evidenciaron que las grandes ciudades son ya el principal agujero negro de los socialistas. Podemos y sus marcas afines les pasaron por delante en todas las "alcaldías del cambio": BarcelonaMadridValenciaZaragozaSantiagoA Coruña y Cádiz. Y en las tres primeras, los batacazos fueron muy dolorosos, pues se precipitaron hasta la cuarta posición.

Por comunidades, la mayor caída la sufrió el PSC, relegado a la tercera plaza tras retroceder 11 puntos respecto al 2011. En Euskadi, los socialistas pasaron del 21% al 13%; en Navarra, del 22% al 15%; y en la Comunitat Valenciana, del 26% al 19%. En el 2011, solo salvaron dos provincias: Barcelona y Sevilla. La primera la perdieron a manos de Podemos con un descalabro de nueve puntos. La segunda la salvaron pese a dejarse ocho puntos. En total, el PSOE venció en seis provincias y en 1.580 localidades (443 más que hace cuatro años).

CONFLUENCIAS EXITOSAS

Pese a la tesis independentista de que Podemos comparte la visión "centralista" del Estado de PP y PSOE, la catapulta de Iglesias fueron las comunidades con identidad nacional propia. Euskadi (26%), Comunitat Valenciana (25%), Galicia (25%) y Catalunya (24,7%). En todas superó a los socialistas, como en Madrid, Navarra, Baleares y Canarias.

La provincia y la ciudad más lila fue Barcelona, rozando en ambos casos el 27% de las papeletas. Y los podemistas, en sus distintas denominaciones, se impusieron también en TarragonaÁlava y Guipúzcoa. A Iglesias le dio alas el voto de las grandes urbes, sobre todo en Catalunya, Galicia y Andalucía. En cambio, las autonomías donde menos caló la "remontada" fueron Extremadura (12,6%), Castilla-La Mancha (13,6%) y Castilla y León (15%). Podemos venció en 465 poblaciones y fue medalla de plata en 1.059.

EL VOTO DISPERSO DE CIUDADANOS

La cosecha de Ciudadanos no fue tan fecunda como la de Podemos. Albert Rivera se impuso en apenas 25 municipios y alcanzó la segunda posición en otros 664. La distribución del voto naranja fue muy dispersa, aunque fundamentalmente echó raíces allí donde más retrocedió el PP: Madrid (18,8%), Murcia (17,6%), Aragón (17,2%) y la Comunitat Valenciana (15,8%). No obstante, Ciudadanos solo superó al PP en Catalunya y al PSOE, en Madrid. A Podemos, en cambio, le sacó ventaja en Murcia y las dos Castillas.