los ecos de un estreno

El discurso de Felipe VI atrajo al 73% de los telespectadores

MANUEL DE LUNA / BARCELONA

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Felipe VI aprobó el miércoles con nota su primer discurso navideño como Rey de España. Después de varios años languideciendo, el debut del nuevo Monarca ante las cámaras con el tradicional mensaje de Nochebuena reunió  a una media de 8.241.000 teles-

pectadores, con una importante cuota de pantalla del 73,4%. Con estas cifras, el estreno de Felipe VI superó en 1.661.000 espectadores (¡y en 13 puntos de cuota!) al último discurso de su padre, Juan Carlos I, que realizó en el 2013. Cabe señalar que desde el 2008 no se alcanzaban los ocho millones de seguidores en el mensaje de Navidad del Rey.

Según un informe de Barlovento Comunicación, sobre datos de Kantar Media, la audiencia acumulada del discurso de Felipe VI fue de 9.298.000 espectadores, que fueron los que sintonizaron al menos durante un minuto (de los 13 minutos que duró en total), con el mensaje real televisado.

El interés que generaba la primera aparición de Felipe VI en esta tradición audiovisual, unido a la situación judicial que vive su hermana, así como los casos de corrupción y la crisis económica que castigan a la sociedad española, son las razones que han creado tal expectación. Una expectación que también ha tenido su reflejo en el número de cadenas que emitieron el discurso simultáneamente: 23 canales. Tres teles más que el año pasado.

Entre las cadenas que han emitido este año el mensaje y no lo hicieron en el 2013 está TV-3. Eso sí, la emisión del discurso del Rey a través del canal autonómico fue el más visto en Catalunya, con una media de 281.000 telespectadores (16,1%). A esta audiencia se le debe añadir la que consiguió el canal informativo catalán 3/24, que congregó a 4.000 personas más (0,2%).

RESPETO A LOS CATALANES / Las palabras de Felipe VI hallaron eco el jueves en el tradicional acto de homenaje al president Francesc Macià, fallecido en la Navidad de 1933. Así, Artur Mas agradeció al Monarca que en su mensaje navideño «admitiera que hay un problema en la relación Catalunya-España», pero también pidió «respeto» hacia la voluntad de los catalanes «de decidir democráticamente su futuro».

Ese reconocimiento explícito del problema permitió al president sacar pecho  y recordar que hace dos años, cuando hubo las primeras manifestaciones masivas de catalanes para reclamar el derecho a decidir, desde el Estado español «se menospreciaron y se ridiculizaron».

«Reconocer un problema es la primera condición para tratar de resolverlo», aseveró Mas, que ve como camino hacia esa resolución que «se entienda que Catalunya, no solo como nación muy antigua que es, sino la actual de nuestros días, tiene derecho a decidir democráticamente su futuro». El día que eso suceda, sentenció, «habrá el respeto que tiene que haber entre naciones, que actualmente no existe», porque cualquier intento del Principado «de ejercer sus derechos, no es respetado por el Estado».

La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, afirmó que está bien apelar al diálogo y a la convivencia, «pero el problema es cuando al otro lado no hay voluntad de dialogar y te encuentras con una pared».

También en el cementerio de Montjuïc, el alcaldable de ERC (partido de Macià) en Barcelona, y portavoz republicano en el Congreso, Alfred Bosch, señaló que «si el Rey quiere evitar la confrontación» lo que tendría que hacer «es reclamar que sean puestas las urnas a disposición de los catalanes y que el Gobierno español retire la querella interpuesta contra el Ejecutivo catalán y su presidente por el 9-N».

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, indicó que el Rey «hizo un llamamiento al diálogo, al consenso, a trabajar juntos para resolver estos problema». «Desde este punto de vista -añadió-, es lo que le toca, ya que en una monarquía constitucional no corresponde que el Rey proponga las soluciones».